Dos personas fallecieron el martes en el último accidente de tráfico registrado en la N-VI
El alcalde de Carracedelo reclama una solución urgente al cruce de Villamartín Multitudinario adiós a la profesora en Cuatrovientos
Valcarce exige la construcción de una glorieta «como hace más de tres años nos prometió Fomento»
El alcalde de Carracedelo, Raúl Valcarce, reclamó ayer al Ministerio de Fomento que cumpla con sus compromisos y construya cuanto antes la prometida rotonda en Villamartín de la Abadía, lugar donde precisamente el martes fallecían dos personas en una colisión en la que se vieron implicados hasta seis vehículos. Para Valcarce la citada glorieta serviría, entre otras cosas, para «reducir de manera considerable los accidentes en la zona» en la que se entrelazan hasta tres vías, la A-6, la N-VI y la N-120, circunstancia que ya se contempló en el proyecto enviado hace tres años a la administración central y que según el regidor de Carracedelo «aún no tiene reflejo sobre el terreno». Precisamente la construcción de la citada rotonda forma parte de las medidas aprobadas para mejorar la ordenación del tráfico en la N-VI entre Carracedelo y Camponaraya, iniciativa que en su día contó con el respaldo de los alcaldes de ambos municipios. El regidor de Carracedelo precisó ayer que esta glorieta a la altura de Villamartín de la Abadía sería la mejor solución para acabar con los siniestros en materia de tráfico que desde hace tiempo se vienen localizando en la zona y que esta semana han costado dos vidas, en gran medida porque serviría para rebajar la velocidad a la vez que regularía de una manera más eficaz el tránsito de vehículos en una arteria por la que diariamente pasan un buen número. «El proyecto está aprobado pero, después de tres años, ya es hora de que se realice». Familiares, amigos y vecinos de Cuatrovientos y San Pedro dieron ayer el último adiós a los dos fallecidos en el accidente de tráfico ocurrido el martes en Villamartín de la Abadía. La consternación y el dolor compartieron ayer protagonismo en los funerales de Eutimia Fernández, profesora de 52 años y de Francisco Pérez, de 52 años. En el primero de los casos la iglesia parroquial de Cuatrovientos (en la fotografía) acogió los oficios fúnebres con la presencia de un amplio número de compañeros y alumnos de la fallecida en cuyo centro se paró ayer la actividad en señal de duelo por tan luctuoso hecho.