La gestión de la nueva depuradora arranca entre recelos localistas

Entre discrepancias de corte localista y recelos partidarios, la mayoría de los casi 50 concejales de Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo que anoche se dieron cita en el consistorio de la capital de la comarca aprobaron el borrador de los estatutos de la mancomunidad que gestionará la depuradora de aguas residuales del Bierzo Bajo. Al final sólo el grupo socialista de Carracedelo y el portavoz del PB en Camponaraya votaron en contra del documento. Pero antes se cruzaron las diferencias de todo tipo a la hora de pronunciarse sobre asuntos como si el Consejo del Bierzo debería terminar llevando las riendas de la estación ubicada en Villadepalos o si el Ayuntamiento de Ponferrada debería garantizar el funcionamiento transitorio de la instalación más allá de los primeros seis meses, hasta que la propia mancomunidad tenga poder económico para hacerse cargo. En este punto, el portavoz del PSOE y presidente del Consejo Comarcal, Ricardo González Saavedra, resultó el más incisivo. Sobre todo para tratar de adivinar si al final la gestión de la depuradora será directa o externa -privatizada-. También sobre la tasa que se cobrará por el mantenimiento de las redes, al margen de la de alcantarillado en cada municipio. Con todo, Saavedra y su grupo de concejales en Ponferrada acabaron votando a favor de los estatutos. Los portavoces del PP en Ponferrada, Darío Martínez, y del PSOE en Camponaraya, Eduardo Morán, vinieron a recalcar la necesidad de que la infraestructura se ponga cuanto antes en marcha por su alto fin social y general, la limpieza de los ríos. Morán reclamó generosidad al hilo de posibles perjuicios que la depuración pudiera generar en la localidad que acoge la estación, Villadepalos.