Las bandas callejeras son el principal signo intolerante para los adolescentes bercianos

La actividad de las bandas callejeras, cada día más numerosas, y las peleas son los principales signos de intolerancia que presenta la sociedad ponferradina para sus adolescentes. Así se desprende del test desarrollado durante las últimas semanas en tres centros educativos de la capital berciana por la ONG Asamblea de Cooperación por la Paz en Castilla y León con el apoyo del Ayuntamiento. El estudio, en el que han tomado parte 349 alumnos de La Puebla (14), IES Europa (246) y Fuentesnuevas (89) y que ha sido coordinado por Esther García refleja una preocupación seria por la proliferación de bandas y parte de lo que ello conllevan, es decir, las peleas y las agresiones. Precisamente el empleo de la violencia relacionado con el racismo es un apartado que los jóvenes de los tres centros encuestados recalcan, especialmente cuanto más avanza su edad sin olvidarse de otras actuaciones de intolerancia como las agresiones entre alumnos (bulling) y aquellas discriminatorias por el mero hecho del color de la piel o la procedencia. Ahí tienen cabida desde los insultos racistas en cualquier escenario hasta los chistes despectivos. El test, que pretende valorar el grado de intolerancia que puedan presentar los adolescentes bercianos, muestra además, según el responsable municipal de Bienestar Social, Reiner Cortés, una vinculación entre estos fenómenos y el aumento de inmigrantes a la vez que, en ciertos casos, recalca que son precisamente las personas adultas las que en su opinión presentan un mayor grado de intolerancia. Alguna vez o a menudo Como conclusiones generales el estudio apunta que el alumnado valora las situaciones planteadas como reales y habituales y que la frecuencia con la que observan o viven esta tipo de situaciones es de alguna vez o a menudo. En este punto ser observa una diferencia entre el alumnado de menor edad que lo vive más raramente y el de mayor edad para el que resulta más frecuente. No obstante, el estudio arroja como dato positivo la perfecta distinción que los jóvenes ponferradinos hacen de los comportamientos tolerantes y los intolerantes. Otro hecho destacable es que precisamente en los centros donde existe mayor número de inmigrantes o alumnos de otras razas y religiones como puede ser La Puebla, la integración es más fácil y los posibles actos de intolerancia disminuyen. Dicho trabajo, que pretende abrir vías y herramientas a un debate lúdico sobre el tema más extenso y prolongado en el tiempo, tendrá como refuerzo la elaboración a lo largo del primer trimestre del 2007 de un plan local sobre la inmigración en el que tendrían una intervención notable las ONGs, entidades y asociaciones y el propio Ayuntamiento de Ponferrada.