Ricos y pobres
HAY EN el mundo unas seiscientas personas cuyo patrimonio supera los mil millones de dólares, fortunas que vienen creciendo, más o menos, al ritmo de la de Berlusconi, que ascendía a tres mil millones cuando ganó las elecciones y ahora se eleva a nueve mil. También en este mundo, en Latinoamérica concretamente, hay 214 millones de pobres de solemnidad, cuya pobreza crece al ritmo casi de la fortuna de don Silvio, catorce millones de pobres más en los últimos diez años, mientras una vaca europea percibe de subvención media diaria más de lo que gana la mitad de la población trabajadora mundial. El aguinaldo que el alcalde de Ponferrada anunció el pasado lunes en el Toralín, día histórico en que la Ponferradina ingresó en el club de los millonarios, viene a completar la nada despreciable suma de un millón y medio de euros de ayuda municipal. Pepe Silvano, que es bien nacido, me consta, mostró su agradecimiento al alcalde, quedando claro que la Deportiva es ahora un club rico, no por el aguinaldo-empujón-para-salir-del atasco, sino por la ciudad deportiva que ya espera un promotor, probablemente rico o a punto de serlo, para iniciar las obras entre Bárcena y San Andrés. Aún a riesgo de ser el aguafiestas, si es que el club de nuestros amores está para ellas, sin dejar de reconocer con César Gavela que nuestros futbolistas nunca llegaron tan lejos ni e enfrentaron a escuadras tan poderosas, pienso que el señor alcalde se está pasando en el capítulo de donaciones y ello por dos razones no menos poderosas: una, que el Ayuntamiento no pertenece al club de los ricos precisamente, sino todo lo contrario, siendo multimillonaria en euros su deuda actual, de ser ciertas las cifras escalofriantes que maneja la oposición. Otra, que más de doce mil personas viven por debajo del umbral de la pobreza en Ponferrada, según el informe de Cáritas que aparece el mismo día en los periódicos, eso es lo que nos estropea la fiesta a todos, siendo el perfil de familia pobre el de una madre con dos hijos que vive con menos de quinientos euros al mes. Lo que nos obliga a concluir, de forma políticamente incorrecta, que la Deportiva es un Club privado y representativo que algunas alegrías nos ha venido dando. Pero eso no justifica la alegría en el dar del alcalde, sin priorizar y tirando con pólvora del Rey, es decir del pueblo soberano y carente de muchas cosas necesarias.