De paz y de amistad

¿SERÁ CAPAZ un campanero de transmitir su estado de ánimo a las campanas?. Pienso que sí, que la música es más que sonido y mecánica, es también ritmo, comunicación y como escribió Hegel, un eco del alma. Lo cierto es que la última vez que las campanas de Noceda tocaron a muerto fue otra manera y todos supimos que lloraban por Santiago, carajo. Si la muerte de un campanero es noticia, porque van quedando pocos, la muerte de un amigo de toda la vida también, pues él , Armando y yo hemos disfrutado de esa amistad trina y definitiva, nunca amenazada por la más ligera nube o desencuentro. Descanse en paz el amigo que descansó el día internacional de la paz, ese fruto de la justicia tan necesario como escaso. Quizá sea el diálogo interreligioso y la alianza de las civilizaciones lo que más necesita este mundo convulso. Y lo que menos, esa prohibición del obispo de Córdoba que impide rezar en la Mezquita, quita , quita, a los descendientes de quienes hicieron posible la España de las tres culturas que , permite hoy a los de Peñalba rezar en su iglesia «tan artística como pobre» que dijo el otro. Recordemos las últimas palabras, del tirano Sadán, asesinado por un tribunal y un gobierno títeres, barbarie sobre barbarie, lluvia sobre mojado, palabras que pronuncian todos los días los cristianos de lengua árabe que, lógicamente llaman a Dios Allah : el que es grande y castiga a los malos y premia a los buenos. Es difícil comprender el atasco ecuménico y el furor religioso rampante cuando las tres grandes religiones monoteístas podrían converger fácilmente en la misericordia, la ternura, el cuidado de los inocentes, el rechazo de la violencia que destruye de un solo tajo a la víctima y al agresor que pierde su alma humana cuando atropella a su hermano. Todos sabemos que en nombre de Dios se ha embestido y se embiste cerrando los ojos, que en el mismo nombre se han cometido las mayores atrocidades y desencuentros en vez de aplicarse a alcanzar eso que Teilhard de Chardin llamaba «la convergencia de todo el espíritu creado». No obstante, en el mundo cristiano se mantienen vivas y operativas tres corrientes de pensamiento teológico que deberían ser capaces de convivir entre ellas : la teocéntrica o pluralista, la cristocéntrica o intermedia, la eclesiocéntrica o exclusivista. Parece ser que en Córboba, la ciudad más española de todas, sólo hay una, la última.