Uno de cada tres es pensionista La pensión máxima se establece en 31.439 euros anuales El Bierzo sólo contribuye a pagar el 80 por ciento de las pagas

A partir del 1 de enero una reforma importante en el mundo de las pensiones se pondrá en marcha. Una gran parte de la población, también en el Bierzo, vive pendiente de este tipo de noticias que durante el mes de diciembre han ocupado muchos titulares de prensa. No en vano, en el Bierzo se estima en 45.530 personas las que de forma directa o indirecta cobran pensiones en sus más diversas formas y cantidades. Por un importe medio mensual de 645 euros. Comparaciones Si comparamos con el resto de la provincia, León cuenta con 141.231 pensionistas que cobran una pensión promediada de 633 euros. O lo que es lo mismo, también uno de cada tres pensionistas leoneses es berciano, como casi uno de cada berciano, 135.000 personas, es pensionista, 45.530 como se ha citado anteriormente. Valladolid cuenta con 93.979 pensionistas, lo que denota mayor juventud en su población, que cobran además una pensión prorrateada de 719 euros, esto es, más que un berciano y mucho más que el resto de leoneses. Modalidades En cuanto a las modalidades de los pensionistas bercianos el colectivo de jubilados alcanza el 62 por ciento, seguido de viudos y viudas con un 27 por ciento, incapacidades permanentes 7 por ciento, orfandad un 3 por ciento y ayudas a favor de familiares 1 por ciento. Con estas cifras, queda claro que las pensiones «normales» componen la mayoría existiendo una gran carencia de subvenciones a familiares que a través de los Servicios Sociales nacionales, regionales y locales se prenten corregir con una política activa hacia colectivos más sensibles o desfavorecidos. Se da la circunstancia de que la mayoría de los jubilados bercianos han cotizado en régimen general, también destacan las pensiones provenientes del mundo agrario y las de la minería y compañías eléctricas, además de los colectivos de funcionarios retirados. Los autónomos jubilados son muchos, pero sus condiciones todavía no se acercan ni por asomo al resto de colectivos. También se ha notado de unos años a esta parte el notable incremento de las prejubilaciones en condiciones realmente ventajosas para el trabajador que asume retirarse: Endesa, MSP, empleados de banca y productores mineros han creado una auténtica «clase social» nueva en los pueblos y ciudades de la comarca berciana. Las pensiones, hasta el momento, siguen siendo competencia del Gobierno Central a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social. En León, la Tesorería de este organismo público está situada en la Avenida de Papalaguinda. Si bien, la Junta de Castilla y León va contando con competencias nuevas paralelamente que ha asumido las de Sanidad. Mutuas de Seguros, Fraternidades y asociaciones de este tipo caminan legisladas por las dos administraciones. Pero el panorama se complica más con la puesta en escena de los Servicios de Bienestar Social locales. Cada municipio comienza a tener su partida presupuestaria de complemento económico y ayudas a familias o personas con especial situación lo que obliga a redactar más normativas para poder acceder a estos recursos sociales. Dos cosas quedan claras: El colectivo de pensionistas es muy numeroso y por ello importante para la economía de la comarca; y que en materia de legislación queda mucho por llegar a un sistema claro y saneado financieramente. La reciente reforma del sistema de pensiones acordada por el Consejo de Ministros establece como pensión máxima en 31.439 euros al més. Muy lejos de la pensión media berciana cotidiana de 645 euros mensuales. Los años cotizados para poder cobrar una pensión suben a 15 ejercicios completos y nunca se podrá ser pensionista antes de 52 años de edad, a no ser que se tenga alguna incapacidad severa o se entre en alguno de los colectivos con derecho a ello. A partir de los 65 años, edad en la que se ha elevado el tiempo de jubilarse normalmente, se incrementa la paga un dos por ciento por cada año cotizado desde esa edad. Se pretende que las personas continúen trabajando unos años más a pesar de alcanzar los 65 años. Incluso si se han cotizado 40 años, lo que antes era normal y ahora no, se sube la pensión anualmente un tres por ciento más como incentivo. Según las estimaciones contables publicadas y aplicadas a la comarca del Bierzo. Las 45.530 pensiones que mes a mes la Seguridad Social paga a otros tantos bercianos no salen de las arcas de los trabajadores o cotizadores en activo de la comarca, puesto que estas contribuciones sólo dan para cubrir el 80 por ciento de las pagas, quedando de déficit el 20 por ciento restante. Esto quiere decir que las clases pasivas en la comarca lastran en cierta forma el sistema en la zona. Pero también tiene interpretaciones que sólo conocen los realmente expertos. Por ejemplo, muchos emigrantes cobran aquí sus pensiones pero no contribuyen aquí. Otros nacidos en muchos pueblos de la comarca han ejercido sus profesiones y cotizado fuera de la comarca pero luego se han jubilado y vuelto a sus lugares de origen, luego su domicilio fiscal ha pasado a ser en el Bierzo cuando han contribuído en otras regiones de España.