«No queda más opción que cortar el paso cuatro o cinco semanas»

«No hay otra solución, no nos queda más opción que cerrar el paso cuatro o cinco semanas», reconocía ayer el concejal de Fomento, Darío Martínez, consciente de que el corte del puente viejo sin haber concluido el nuevo causara serias molestias a los vecinos del barrio. El edil insistió en que «no es compatible por motivos de seguridad», mantener habilitado un paso en el puente nuevo mientras los obreros trabajan en los dos viaductos y es necesario respetar el Plan de Seguridad de las obras. Martínez recalcó que el corte se llevará a cabo «con el menor perjuicio posible para los vecinos» y explicó que el paso se reabrirá al tráfico todos los días a partir de las 19 horas, cuando los obreros concluyan su jornada laboral, y durante los fines de semana. En horario laboral, será necesario rodear por la carretera de Molinaseca y Campo. El Ayuntamiento preparaba ayer una reordenación del transporte público en la zona.