Pre-monición

A LA ciudadanía se nos ha metido a calzador en la que podríamos denominar «fase pre». Estamos en pre-campaña electoral y también, por ejemplo, en período pre-Edades del Hombre, y si de edades hablamos, por qué no decir que en cierto modo reviviremos la de Piedra, o mejor dicho y siendo un tanto más precisos, la «Edad de la Primera Piedra». Siempre hay una primera vez, y ahora más que nunca una primera piedra que colocar; y deben ser pesadas las 'jodías', pues para poner una viene hasta el que asó la manteca. Claro que paletas no habrá para todos, pero flashes¿ También estamos en época de pre-cintar; ojo, que no se trata de cerrar nada, sino que se avecinan tiempos de corte de cintas y también, por qué callarlo, de algún que otro de manga. Y como la «fase pre» da para mucho, no vamos a obviar que ahora es momento de pre-dicciones, quien más quien menos se atreve con su quiniela electoral. Es sin duda la mejor quiniela, todo el mundo debería jugarla, porque, pase lo que pase, siempre ganas. También estamos en fase de pre-tensiones -y de tensiones, no veas-, aunque haya quien lo único que pretende es tomarnos el pelo. ¿Y qué me dicen de las pre-sunciones en una etapa en la que ahora afloran y se buscan hasta culpables de la culpabilidad? Pues el culpable que pueda o deba exculparse, buen «desenculpador» será. Y no podemos olvidarnos aquí de la pre-sión, arterial, mediática -a los medios y de los medios-, orgánica, amenazante, negociadora¿ caray cómo está la «thermomix». ¿Y de pre-textos -y no nos referimos precisamente de la escritura cuneiforme-, podemos hablar? Pues claro que podemos, faltaría más; en elecciones vienen de maravilla, vamos. Coge fuelle también en esta fase la figura del pres-tidigitador: nada por aquí, nada por allá¿ nada por ningún lado. Si de ilusiones dicen que vive el hombre, no veas con el ilusionismo lo que llega a ser capaz de hacer. Lo peor de todo, en cualquier caso, es que a pesar -o quizás sea por ello- de la vertiginosa carrera tecnológica, de vivir rodeados de máquinas, el ser humano ha recuperado, si es que alguna vez los había dejado, ciertos aires pre-históricos. Hay quienes defienden que la Historia es cíclica, y en base a ello y más allá del mito, quizás la especie humana algún día tendrá que regresar a las cavernas; si bien, en este supuesto, esperemos que la experiencia le sirva para no quedar prisionera de las sombras que de nuevo proyectará la hoguera en su interior.