La fe en palabras y sentimientos
La Pasión, una vital realidad religiosa
Los sones de cornetas y tambores, la devoción que profesan los numerosos y valiosos pasos y ese milenario ambiente a tradición y religiosidad ya impregnan las calles de la capital berciana. Ayer, el salesiano Eugenio González fue el encargado de recordárselo a los cientos de ponferradinos que asistieron en el Bergidum al pregón de la Semana Santa, primer y sin duda alguna uno de los más importantes actos relacionados con la Muerte y Resurrección de Cristo que a lo largo de los próximos días se desarrollarán en la capital maragata con la participación de miles de cofrades y vecinos. Eugenio González, religioso vinculado desde su infancia a Ponferrada levantó el telón a una Pasión única y siempre caracterizada por el respeto a las tradiciones, con una intervención en la que imágenes, monumentos y ritos bercianos contaron con un espacio propio. La Virgen de la Encina, patrona del Bierzo y que el próximo año cumplirá el Centenario de su coronación, el Castillo templario, cuya imagen es la de la propia Ponferrada o Las Edades del Hombre, acontecimiento que desde mayo a noviembre convertirá la basílica y la iglesia de San Andrés en los grandes referentes turísticos y culturales de la ciudad fueron ensalzados uno tras otro por este salesiano para el que la Semana Santa es una expresión inequívoca del sentimiento y fe que profesan miles de ponferradinos, sentimiento en el que la religión es sin duda alguna su motor y aglutinador. Su intervención fue incluso más allá agradeciendo a todos, en especial a las cofradías y sus integrantes, pero también a las administraciones y a los ciudadanos en general, los esfuerzos que día a tras día y año tras año realizan para que la Pasión berciana, y en este caso ponferradina, ocupe el papel destacado que se merece por su riqueza, desde la patrimonial a la cultural. Autoridades civiles, eclesiásticas y representantes políticos y sociales fueron los destinatarios de este pregón en el que Eugenio González se vio arropado por los representantes de las tres cofradías ponferradinas y cuyo cierre estuvo protagonizado por las bandas de cornetas y tambores Nazién y Jesús Nazareno de la capital berciana.