La Junta aprueba por unanimidad el plan de urbanismo de Ponferrada Un informe tranquilizador

Ponferrada tendrá oficialmente un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en cuestión de semanas. El documento remitido por el Ayuntamiento a la Junta de Castilla y León para su aprobación definitiva ha superado el último y principal examen técnico. Según ha podido conocer este periódico, el plan ya ha sido informado positivamente el pasado miércoles por el Consejo de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Castilla y León. Además, el acuerdo favorable al proyecto ha sido adoptado por unanimidad de todos los representantes en el citado consejo, que reúne a delegados de las principales administraciones y de colectivos profesionales como arquitectos, abogados, ingenieros o registradores de la propiedad. El informe que ahora sólo ha de ser ratificado por la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León para su aprobación definitiva contiene sólo unas actualizaciones de carácter formal que el Ayuntamiento de Ponferrada no tendrá dificultades para solventar en cuestión prácticamente de días. El nuevo PGOU de la capital berciana, que lleva tramitándose más de año y medio y que fue aprobado provisionalmente en el pleno del pasado 22 de enero, ha servido como elemento de confrontación entre el gobierno municipal del PP y la oposición socialista. Pero sobre todo ha sido cuestionado por los partidos más minoritarios, sin representación en la asamblea local y unidos en Salvemos Ponferrada. Su aprobación con la unanimidad del Consejo de Urbanismo supone en principio, desde el prisma político, un varapalo para los detractores del planeamiento y un respaldo a las tesis del ejecutivo Riesco. La disponibilidad del PGOU, por otro lado, viene a dejar prácticamente sin efecto cualquier resolución judicial, fundamentalmente, sobre la ordenación del barrio de La Rosaleda. El nuevo plan subsana cualquier descompensación entre edificabilidad y dotaciones, lo mismo que en otros tres espacios muy particulares sujetos también a sentencias contrarias a las modificaciones del gobierno municipal. Desde la óptica puramente urbanístico, el PGOU defendido por el ejecutivo Riesco contempla, entre otros ejes de futuro, suelo para la nueva estación del AVE en La Placa; el desarrollo de bolsas edificables para alrededor de 34.000 viviendas en los próximos diez o quince años; un millón de metros para un centro logístico y un parque científico, así como el trazado de rondas de circunvalación como la denominada Sur, que bordeará la ciudad desde la avenida de Astorga -zona alta- por la carretera de Molina, la falda del Pajariel y el río, hasta llegar a Flores del Sil. El informe del Consejo de Urbanismo sienta especialmente bien a los propietarios o compradores de viviendas en La Rosaleda, que pudieron verse inquietos en algún instante por interpretaciones contradictorias sobre el porvenir de esta zona, en la que también se levantan edificios institucionales o centros comerciales como El Rosal. El nuevo PGOU supone un aval casi definitivo incluso respecto a cualquier fallo en el Supremo.