Tres ministros a la salida de un Consejo

Era viernes y en Madrid, por la mañana, se celebraba el habitual Consejo de Ministros. Aún así, a las cuatro de la tarde, tres de los integrantes de ese Consejo que dirige la nación estaban ya en Ponferrada. Fue la primera vez que en la ciudad se reunieron tres ministros para abordar asuntos que desde el Gobierno central se venden como de primera magnitud, para garantizar la seguridad del aprovisionamiento energético. Las formas para la reunión se cuidaron, y como eran mandatarios nacionales, el lugar elegido para la cumbre de la Fundación de la Ciudad de la Energía se celebró en terreno propio, en la sede de la Uned, tal como hizo el presidente Zapatero hace unas semanas. Los ponferradinos, o no se enteraron de la reunión, o no les suscitó el suficiente interés para ver en persona a la ministra Narbona, a la ministra Cabrera y al ministro Clos. Había más policía que ciudadanos interesados por lo que allí se trataba. Aunque se nota la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, lo cierto es que los ministros no se sintieron acosados por cargos políticos locales. Tan sólo un discreto Ricardo González Saavedra, y también, por cortería, la presencia del alcalde de la ciudad, el popular Carlos López Riesco. Estaba, como es preceptivo, el delegado del Gobierno, Miguel Alejo. No era un acto de partido, puesto que era una reunión técnica del Patronato, pero lo cierto es que no hubo presencia de la dirección del PSOE del Bierzo. Los ministros, llegaron, vieron, firmaron lo que había que firmar para que los proyectos echaran a rodar, y acto seguido se fueron. Clos, hasta bromeó con unos niños y les preguntó si eran culés. Los menores, que hacían fotos con el móvil, le contestaron que del Atlético de Madrid