Iluminación indirecta a modo de Vía Láctea

Si de día se aprecia la magnitud de la obra y recuperación de este espacio urbano junto al río Boeza, por la noche, la novedosa iluminación aporta espectacularidad al conjunto en esta zona ya integrada en la ciudad. La iluminación es nueva. No se ha querido recurrir a la colocación de farolas. En el puente nuevo se ha optado por la iluminación indirecta, no se ven a simple vista los puntos de luz. En el puente viejo, se optó por iluminación encastrada en el suelo, tipo leds, que además describe la Vía Láctea del Camino de Santiago. Van marcando el suelo y el cielo desde la plaza situada en la orilla del río del barrio del Puente Boeza hasta la otra orilla más próxima al centro de Ponferrada. Todo ello termina en una típica Concha de Santiago, con iluminación indirecta. El efecto logrado es armonioso y aporta valor añadido. «El viejo puente aparece ante nosotros como un elemento casi desconocido; antes los ciudadanos pasábamos, pero no lo veíamos y no teníamos la oportunidad de disfrutar de él, y ahora está totalmente recuperado y vamos a poder disfrutar de su magnífica arquitectura», declaró Riesco. A las salidas de los dos puentes, para dar solución al tráfico, se optó por construir una glorieta que distribuye la circulación sin necesidad de semáforos y evitar así atascos. El presidente de la asociación de vecinos de Puente Boeza, Marín Álvarez, dijo que las molestias merecieron la pena y agradeció la labor del Ayuntamiento y su equipo de gobierno. «Nos han hecho una obra muy buena después de esperar muchos años», concluyó.