Agricultura reconoció que los insectos podían volverse agresivos
La resolución de la Dirección General de Energía que por primera vez altera el trazado de una línea eléctrica en el Bierzo para respetar un colmenar se apoya en un informe del Servicio de Medios de Producción Ganadera de la Consejería de Agricultura. Los especialistas advertían en su informe sobre la existencia de diferentes trabajos de divulgación científica que relacionan la magnetita presente en animales como los delfines, los atunes, las aves migratorias y algunos insectos como las abejas, con su forma de orientarse respecto al campo magnético de la Tierra. «Desde esta perspectiva, la presencia de tendidos eléctricos, antenas de telefonía o cualquier fuente que genere ondas electromagnéticas podría causar alteraciones en el comportamiento de las especies mencionadas, (como comportamientos agresivos en a las abejas) y en sus sistemas de orientación espacial, lo que cual llevaría a una disminución de miel en las colmenas afectadas», argumentan, aunque aquí reconocen que no hay una constatación científica sobre el efecto en la producción, y se basan en la experiencia de los apilcutores. La resolución también se apoya en los estudios del premio Nobel en 1973, el zoólogo alemán Karl von Frisch, que demostró que las abejas usan el Sol como compás para orientarse, y de Walcott y Green, de la Universidad del Estado de Nueva York, entre otros.