La radio llega al callejero

A Juana Ginzo, la única de las locutoras y personajes de la radio española que desde ayer cuentan con su propia calle en La Rosaleda que asistió al descubrimiento de su placa, le pareció simplemente «hermoso» que un alcalde del PP le haya escogido su nombre para un vial, siendo como es tan de izquierdas. Cuando supo que la diputada de la Segunda República Clara Campoamor, adalid del voto femenino, también tendría su propia calle en el nuevo barrio de Ponferrada, no dudó ni un segundo en aceptar el reconocimiento y presentarse ayer en la ciudad para darle las gracias a Carlos López Riesco. «Este es el tipo de política que yo quiero, que aunque no piensen lo mismo, sean capaces de comprender al otro», afirmó. La octogenaria protagonista de la radionovela Ama Rosa, vestida de forma informal y derrochando vitalidad en una mañana en la que el Ayuntamiento descubrió las placas de otros ocho pioneros de la radio, quizá no sabía que el alcalde acababa de salir de un tenso pleno donde el urbanismo de La Rosaleda y la proximidad de las elecciones hicieron imposible que el regidor y el portavoz de la oposición, que ya se sabe que no piensan lo mismo, se comprendieran el uno al otro. Después del pleno, sin embargo, era tiempo de hablar de radio. No en vano estaban en Ponferrada, además de Ginzo, -que se emocionó recordando a su maestro Antonio González Calderón, otro de los homenajeados- hijos, hijas, nietos, nietas y viudas de la mayoría de los pioneros de la radio que recibían el reconocimiento de la radio, acompañados por Luis del Olmo, que hace tiempo que tiene su glorieta y su busto en el centro de la ciudad. Primero en el Museo de la Radio, y después recorriendo La Rosaleda, viajaron a Ponferrada hijos y nietos de José Luis Pécker, las viudas de Calderón y de Bobby Deglané, los nietos de Matías Prats Cañete, Matías Prats tercero, que a sus 22 años ya pone su voz en los micrófonos de Radio Marca, entre otros. Matilde Conesa, que no pudo asistir, Joaquín Soler, Matías Balsera y Julio Cervera también tiene desde ayer su propia calle en La Rosaleda.