Cerrar

| Entrevista | Luis del Olmo |

«Mientras tenga fuerzas, Ponferrada no perderá los Micrófonos de Oro» «La Ponferradina se va a salvar»

El locutor pretende dejar la entrega de los premios como «herencia a los ponferradinos» y dice que tampoco quiere morirse sin que la ciudad sea sede de la Academia de la Radio

Luis del Olmo, ayer en la glorieta del Cine

Publicado por
Carlos Fidalgo - ponferrada
Ponferrada

Creado:

Actualizado:

Después de 10.000 programas de Protagonistas, Luis del Olmo se sigue levantando de la cama «con ganas de morder el micrófono». El locutor ponferradino, que recorre España con la caravana del espacio que emite Punto Radio, está dispuesto a continuar el periplo por el país «cada 15 días» cuando termine la ruta promocional, para contribuir a «crear» la nueva cadena de radio. Sorprendido por la acogida que los ponferradinos están dando a las actividades de la Semana de la Radio, -«supera con creces ediciones anteriores»- Del Olmo augura una gala de los Micrófonos de Oro digna de Hollywood. «Lo de la alfombra roja de los Oscar se puede quedar pequeño», dice. La gala añade, no sólo no se moverá de Ponferrada mientras le queden fuerzas, sino que tratará de que siga cuando ya no esté. El locutor también espera «no morirse sin ver a Ponferrada como sede» de la Academia de las Artes y las Ciencias Radiofónicas. «El rector de la Universidad está en esa idea, y el apoyo de mi parte es cien por cien. Para todos los que amamos el mundo de la comunicación, sería un regalo de Dios. El Ayuntamiento y todas las fuerzas vivas están por esa labor. Vamos a confiar que esto pueda ser una realidad», afirma esperanzado. -Este año se está hablando mucho más de la gala debido a la polémica que ha generado el premio a Jiménez Losantos. ¿Sigue pensando en abandonar el escenario cuando le den el premio? -Yo creo que no. No habla nadie de eso. Hablan de escuchar a Estrella Morente y de ver a Ramón García o a Jesulín, o Lorenzo Milá, o a Tito Valverde, o a Dolores Izaguirre. Yo creo que la gente habla de eso nada más. Lo otro se ha desinflado. Esa polémica ya no me interesa para nada. Yo estoy en otras cosas. -Echa de menos la presencia de alguna otra cadena como la Ser u Onda Cero. -No. Aquí viene quien quiere. Unos vinieron el año pasado y otros vendrán el año que viene. Los ponferradinos están felices asistiendo a los programas de la Cope y los de Punto Radio. Nunca se han hecho tantos programas nacionales como se están haciendo ahora. -Hablando de programas nacionales, en alguna ocasión ha dicho que la crispación de los medios es un reflejo de la crispación política. ¿Tiene solución? -Sí. Somos algo culpables los medios de comunicación de esa crispación política. La gente que escucha y la gente que lee, a veces, en vez de quedar informada lo que queda es cabreada. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos y ver lo que estamos haciendo y como nos estamos dirigiendo. Esta es una asignatura pendiente de los medios de comunicación, que tenemos que hacer todo lo posible para que ese cabreo entre el Gobierno y la oposición sea menor y me da la sensación de que no lo estamos haciendo. Alguien nos va a pasar factura. -¿Y cómo se podría hacer? -Calmándonos todos. Informando en lugar de arrimar el ascua a la sardina del Gobierno, unos medios, y otros a la sardina de la oposición. Eso ni es pluralidad, ni es tolerancia, ni es justo. No conozco ningún país en que de una manera tan descarada algunos medios y algunas cadenas estén defendiendo a la oposición y otras al Gobierno como si fueran uña y carne. Estoy hablando de la Cope y de la Ser. No me gusta lo que están haciendo y estoy seguro de que a los profesionales de estos medios tampoco les gusta. -La falta del consenso de otras épocas en torno al terrorismo ha influido en esa crispación. Usted que ha estado en la diana de ETA, ¿cómo ha vivido el final de la tregua?, ¿cree que aún es posible un proceso de paz, si le vale la expresión? -Yo era de los que apostaban por ese proceso de paz y continúo apostando. Lo que pasa es que cada vez lo veo más dificil. Continúo dándole mi confianza personal al presidente del Gobierno para que se siente con estos canallas. Pero es verdad, es que con los últimos acontecimientos, lo que le pide el cuerpo a uno con estos canallas es mandarles al carajo sin posibilidad de sentarse con ellos para nada. La situación no es fácil y sólo (espero) el sentido común del Gobierno y de la oposición, que son los que tienen que sentarse para ir todos unidos contra el terrorismo. -¿Cómo ve el juicio del 11-M? -Lamentable. El pensar que algunos medios todavía estén obstinados y obsesionados en que aquel maldito 11-M fue obra de ETA. Que lo mantengan y los sostengan cuando todo el mundo sabe que el 11-M fue causa de la intervención de los terroristas islamistas de Al-Qaeda, me parece un absurdo. -¿Le preocupa el cambio climático? -Sí, como cada ciudadano. Sólo el pensar que un día en el Bierzo no haya primavera. O que en el Bierzo, que esas temperaturas fantásticas que tenemos en verano se rompan por unos calores insoportables... O que en el Mediterráneo, donde vivo mucho tiempo, las aguas asciendan centímetros y centímetros y se vayan comiendo la playa, y de alguna forma se vayan comiendo las esperanzas y creando las inquietudes... Entre todos hemos hecho una barbaridad con el globo terráqueo. No sé si será tiempo de echar marcha atrás. Los científicos dicen que no es fácil, así que temo el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos y nuestros nietos. -¿Una solución, aunque sea un grano de arena, estaría en la combustión limpia del carbón que se quiere investigar en Ponferrada? -Claro... para nosotros, por la parte que nos toca tan cercana a las minas, sería terrible que el mundo de la empresa y la economía prescindiera del carbón. Cuando hablo con los ingenieros me dicen que el carbón tiene futuro, y como no vamos a explotar la energía nuclear, el carbón puede ser la solución de nuestras penas en un futuro. De su paso por Protagonistas, Del Olmo se queda con el bloque. «Para la historia, no ha sido un programa de radio más, ha sido una aventura radiofónica que ha sido testigo de los últimos años de la dictadura, de aquellos años de piedra y la miseria; ha estado en la Transición, con la esperanza que se nos abría; y ha sido testigo y ha ayudado, como todos los medios, al nacimiento de la democracia», afirma. Sobre la posibilidad de que Ponferrada pierda la gala de los Micrófonos de Oro, Del Olmo se muestra tajante. «Eso, mientras yo tenga fuerzas, no va a ocurrir nunca y espero que durante muchos años estos premios continúen realizándose en Ponferrada» -¿Y después de usted? -Después de Luis del Olmo, estoy seguro de que convencería o a Julia Otero y a Jaume Segalés, que son los compañeros con los que trabajamos los fines de semana y hacemos realidad el programa, para que continúen haciéndolo en Ponferrada. Ésa va a ser la petición y la herencia que me gustaría dejarles a los ponferradinos, aunque sean otras voces no nacidas en el Bierzo. Tener una plaza y un busto en su ciudad le parece a Del Olmo, nombrado hijo predilecto de Ponferrada, un «inmerecido homenaje», aunque se vea a sí mismo como «un luchador» por el Bierzo. «Hasta el final de mis días estaré hablando de mi tierra chica con la locura de muchos ponferradinos que estamos en la distancia», dice, valorando la evolución que ha experimentado su ciudad. «Ha pegado un cambio tan extraordinario que de esa Ponferrada sucia del carbón, con la carbonilla permanente que se nos colaban hasta la cocina, hemos pasado a ser una de las ciudades más limpias del continente. Ha desaparecido esa maldita montaña de carbón, que a mí por lo menos me obsesionaba». Si Ponferrada -una ciudad que «huele bien», donde los ponferradinos «miran de frente» y crece una «Rosaleda futurista»-, esta «llena de futuro» y espera recibir ochocientos mil visitantes con Las Edades del Hombre, Del Olmo no escatima elogios al hablar del potencial del Bierzo, con Las Médulas, cuya Fundación preside, como «motor turístico». También alaba la restauración del castillo -«lo va a convertir en la fortaleza templaria más importante de Europa»- y el Museo de la Radio que lleva su nombre. «No es ninguna chulería, es el más importante museo de la radio que hay en el mundo», asegura. «Sólo nos queda que la Ponferradina se mantenga en Segunda División», dice un hombre que acaba de donar 6.000 euros al equipo. «Estoy seguro de que la Ponferradina se va a salvar. Hay equipo. Si pudiéramos fichar un par de jugadores...»