Alumnos de Goebbels, enemigos de Ponferrada

EN UNA de sus últimas obras, Tarso Genro, miembro del Partido de los Trabajadores y alcalde de Porto Alegre, Brasil, defendía que el socialismo del siglo XXI debe significar la democracia sin fin. Yo comparto esa definición. Con la misma rotundidad afirmo lo que no es: el socialismo no es la permanente criminalización del adversario político; no es la propaganda goebbeliana basada en la mentira, la calumnia y el infundio; no es la continua crispación de la vida política; no es la total ausencia de iniciativas y propuestas que ilusionen y traten de mejorar la vida de los ciudadanos¿ El socialismo es todo lo contrario. Los tiempos en los que a uno se le señalaba como enemigo del pueblo, o en los que la doctrina de la falacia impregnaba los medios de propaganda, pertenecen a siniestros momentos de la Historia, cuando el estalinismo y el nacionalsocialismo dominaban el escenario político en detrimento de la democracia. Sin embargo, el PSOE de Ponferrada se ha deslizado por la senda de la judialización de su labor de oposición, protagonizando, directa o indirectamente, querellas criminales condenadas al fracaso por su carencia de fundamentos, pero en las que todo vale en aras de difundir, sin el menor rubor, la sospecha de la ilegalidad criminal y el desprestigio personal y político del Alcalde y de su equipo de gobierno. Es un espectáculo amenizado por un aleccionado aparato de propaganda mediática que no repara en gastos, incluyendo la comparación de nuestra gestión con las operaciones delictivas que se desarrollaron en el consistorio marbellí. Resulta paradójico, cuando nadie desconoce que el Talón de Aquiles del PSOE ha sido la corrupción, que tales sujetos se empecinen en enturbiar la imagen de los demás. Podría decirse que ven la paja en el ojo ajeno y olvidan la viga en el propio. González Saavedra, portavoz del PSOE, ha querido, tras el archivo de la última querella, desmarcarse de esta actitud, pero ya es tarde para borrar de nuestra memoria que, hasta el postrero minuto, ha intentado exprimir al máximo tales argumentos, comparando a Ponferrada con Marbella, envileciendo la imagen de nuestra ciudad, utilizando a los grupos políticos minoritarios como ariete ofensivo y premiando, como protagonista de esta tarea criminalizadora, a Alberto Zapico, ex-presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos y número 3 de la lista del PSOE para las elecciones municipales. Esta conducta no les va a salir gratis en ningún sentido. Y menos en clave electoral, aunque todo esto lo hayan hecho para rentabilizar la cosecha de las urnas. El PSOE se ha equivocado por perder cuatro años sin preocuparse ni enterarse de las verdaderas prioridades de los ciudadanos de Ponferrada, enfangado en un pantano de mentiras, patrañas e intereses espurios. Por esa razón, ahora, ¡cuando sólo falta un mes para la cita electoral!, se plantea buzonear una encuesta para recabar las inquietudes y propuestas de los ponferradinos. Una auténtica tomadura de pelo, después de cuatro años de estéril oposición instalados en la inopia.