Dos kilómetros de la A-6 concentran la mayoría de accidentes de jabalíes y corzos

El club de caza que gestiona el coto de Folgoso de la Ribera no gana para pleitos. Y los conductores que circulan por las carreteras próximas, incluyendo la Autovía del Noroeste, para sustos. Hasta nueve denuncias de conductores que han arrollado a corzos o jabalíes cuando invadían la calzada se están tramitando en los juzgados de Ponferrada y Villablino, o se han recurrido ante la Audiencia Provincial tras la condena del coto, haciendo que los responsables del club de caza se enfrenten a reclamaciones por daños que suman 18.625 euros. Y sólo se trata de siniestros ocurridos en un periodo relativamente corto de tiempo; el que va de noviembre del 2004 a marzo del 2006. Lo más preocupante es que la mayoría de los accidentes se concentran en un punto negro, y ése punto se encuentra en la autovía. Circular entre los kilómetros 359 y 361 de la A-6 a su paso por el término municipal de Folgoso de la Ribera se ha convertido en un riesgo para los conductores, a juzgar por las denuncias, porque a pesar de que la autovía debe estar vallada en todo su recurrido, tres jabalíes y dos corzos han encontrado la forma de saltar o colarse en el vial, para ser arrollados por vehículos que no pudieron evitar la colisión. Los otros cuatro accidentes atribuidos a especies del coto de caza de Folgoso sucedieron en la carretera León 461 que une Bembibre con Boeza, en un tramo de cien metros del peligroso kilómetro seis del vial, y en la carretera vecinal que une Colinas del Campo, en el vecino municipio de Igüeña, con Las Ventas de Albares. El municipio de Folgoso de la Ribera se ha sumado así a otros tramos de la A-6 como el de Montearenas y Almázcara, y fuera del Bierzo, en las inmediaciones de Astorga, donde son frecuentes las invasiones de animales de los cotos de caza más cercanos. A vueltas con los vallados En el Club de Caza de Folgoso lamentan que los jueces condenen por sistema a los responsables de los cotos, y obvien la responsabilidad que entienden debe tener el Estado por descuidar el mantenimiento de los vallados de la autovía, y porque no señaliza como debiera la presencia de animales salvajes en las carreteras secundarias. Precisamente, en una de las últimas sentencias que condenan al Club a pagar 927 euros por los daños causados por un corzo, esta vez en la carretera vecinal de Colinas del Campo a Las Ventas de Albares, la titular del juzgado número cuatro de Ponferrada señalaba la ausencia de «vallado u otros elementos de seguridad y control que impidan de modo eficaz el acceso de animales silvestres a la carretera». El argumento, exigible para cerrar las autovías, sirvió en este caso para condenar al coto por no haber adoptado «las medidas de conservación adecuadas» «incurriendo en una falta de diligencia reprochables», según la sentencia. Los abogados del Club, sin embargo, afirman que los cotos no sólo no están obligados a vallar las zonas de caza, sino que no se puede encerrar a las especies cinegéticas.