Los expertos europeos en patrimonio industrial visitan Compostilla I y la térmica de la MSP
El Museo de la Energía integrará dos pozos mineros de Fabero y Villablino
Los pozos Julia y María serán «museos vivos», dentro de la red del futuro centro
Los trabajos de acondicionamiento y rehabilitación de la futura sede de la Fundación Ciudad de la Energía y el Museo Nacional de la Energía, en las viejas instalaciones de Compostilla I, se iniciarán antes de finales de este mes de mayo, con un plazo de ejecución de ocho meses y una inversión global de siete millones de euros. Son las previsiones que baraja el arquitecto redactor del proyecto de recuperación del viejo Edificio de Mandos de Endesa, Jorge Suárez, quién adelantó, ayer, que la próxima semana se firmará el contrato con la empresa Acciona, adjudicataria de los trabajos. A continuación, la constructora dispone de un plazo de diez días para acometer el replanteo que supondrá el inicio de las obras. Entre las principales novedades de este proyecto, la rehabilitación de estas viejas instalaciones de 4.500 metros cuadrados de superficie se basa en el uso de materiales reciclados. Por ejemplo, los aislamientos térmicos se realizarán con paneles de periódico reciclado y los falsos techos o puertas, a partir paneles de cáscara de almendra reciclada. Aunque de momento, no existe ningún proyecto detallado, la Fundación Ciudad de la Energía también espera, a medio plazo, abordar la rehabilitación de las viejas naves de calderas y turbogeneradores de Compostilla I. Ponferrada acogió, ayer, la última jornada de trabajo del encuentro internacional, organizado por la Fundación Ciudad de la Energía, en busca de estrategias que permitan convertir al Bierzo en un importante foco turístico relacionado con el sector minero. Expertos nacionales e internacionales visitaron los edificios de Compostilla I y los pozos Julia, en Fabero; y María en Laciana. Allí, se adelantó que la intención de la Fundación es recuperar estas instalaciones como museos vivos e integrarlos como complemento del futuro Museo Nacional de la Energía. Su director, José Angel Azuara, reconocía los problemas de acondicionar el interior de los pozos para ser visitables con total seguridad pero confía en que la recuperación de todos los elementos exteriores como los lavaderos o lampisterías unido al acondicionamiento de galerías interiores horizontales, se conviertan en un revulsivo turístico para las cuencas mineras y un museo vivo que de a conocer todo el proceso de producción de energía.