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| Reportaje | Un recorrido iniciático |

Un Camino de ocho capítulos

El recorrido por las dos iglesias y el puente de las Estrellas se plantea como una ruta iniciática donde el visitante es peregrino

Pila bautismal románica de la iglesia de Redecilla, en Burgos

Publicado por
Carlos Fidalgo - ponferrada
Ponferrada

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El camino del arte, el Camino a Santiago, y el camino personal comparten recorrido en la exposición de Las Edades del Hombre. Estructurada en ocho capítulos, dos iglesias y un puente de las Estrellas, la muestra combina las vitrinas y los focos tradicionales con la música, el sonido de la naturaleza, y los contenidos audiovisuales para hacer más ameno un recorrido que pretende ser iniciático. Y es que el visitante que accede a la exposición por la Basílica de la Encina se convierte en peregrino, que va atravesando las ocho estancias donde se exponen las 131 piezas de la exposición como quien lee un libro de ocho capítulos. Siete de las estancias se encuentran en la Basílica de la Encina, donde en el primer capítulo (Red de Caminos) se pueden contemplar el Tapiz de la Fe de Geubels, en lana y seda, y que data de 1571, junto arquetas indias y japonesas. En el segundo capítulo (El Cansancio del Camino) se encuentra un Cristo yacente en piedra, procedente de Béjar (Salamanca), y el Cristo de las Maravillas, en madera del siglo XIII, de la propia Basílica de la Encina. La pieza más buscada, la lápida fundacional de la Ermita de la Santa Cruz de San Pedro de Montes, del siglo X, está en el tercer capítulo (Caminos de la Iglesia), con la parte del relieve sustraída esta primavera completada con una reproducción. También aquí se puede ver otra pieza importante para el Bierzo como la arqueta relicario de San Genadio, del siglo X. El capítulo cuarto (Palabra compartida) alberga códices y Biblias y las tallas en madera de los cuatro Evangelistas de la Catedral de León, del siglo XVI. Sagrarios, custodias, incensarios y óleos se encuentran en el capítulo cinco (Encuentros del Camino) junto a la reproducción del cáliz de Peñalba que se conserva en el Louvre. El capítulo sexto (Testigos del Camino) ofrece una amplia muestra de tallas de Santiago peregrino. Y el séptimo (Camino de Santiago) es un viaje sensorial por el Puente de las Estrellas, que desemboca en el último capítulo, ocupando toda la iglesia de San Andrés, con una pila bautismal románica traída de Burgos y dos grandes óleos pintados por Bartolomé del siglo XVII, Triunfo de la Fé Eucarística , y Triunfo de la Iglesia por la Eucaristía , como piezas destacadas.