| Crónica | La primera impresión |
Entrada con puente levadizo
Para los que conocieron el estado anterior del castillo llamará la atención la entrada, el palacio nuevo con sus amplias salas y pasillos o el vaciado y recuperación de la torre del Moclín
«El edificio se ha rehabilitado para uso de los ponferradinos y no para los turistas» FERNANDO COBOS Arquitecto director del castillo La entrada al castillo es mediante puente elevadizo. Nada más flaquear la puerta llama la atención la escalera de piedra vertical, que conducía al contrapeso para dicho puente. Una vez que se enfilan los pasos hacia la que fue la primera puerta de la fortaleza (la del Conde de Lemos, hoy segunda) se topa el visitante con los indicadores informativos. A la derecha el Palacio Nuevo. A la izquierda, la Torre del Moclín. Desde el Palacio Nuevo, y en concreto desde la galería de los Azulejos o de los arcos, la vista sobre el casco antiguo y las montañas del Morredero, Aquiana y demás picos es monumental. Desde aquí se aprecia claramente todo el avance de los trabajos para recuperar el foso que circunda la fortaleza en su flanco Este. La Torre del Moclín estaba rellena de tierra por dentro e inservible el espacio. Se vació y durante dos meses de excavación se sacaron de allí 15.000 metros cúbicos de tierra. Ahora mismo el edificio está ya recuperado en su mayoría. Están colocando los remates de las maderas para que el visitante pueda conocer de un golpe de vista la evolución y orígenes de la construcción de la fortaleza. Hay tres muros bien diferenciados. Aquí se ubicará el centro de recepción de visitantes, el de los turistas propiamente dicho.