El plan director, a punto de concluirse, incluye un «snow-park», la mejora de accesos y de equipos
El Morredero contará en cinco años con siete kilómetros más de pistas
Ayuntamiento y Diputación apuestan por una instalación referente para toda la cordillera Cantábrica
La estación de esquí del Morredero se convertirá en cinco años en una instalación referente dentro de la Cordillera Cantábrica una vez en plan director que actualmente elabora el Ayuntamiento pueda ser aplicado. Carlos Cortina, presidente de la asociación que gestiona esta infraestructura, destacó ayer parte de las actuaciones previstas para dotar a la instalación de todos los mecanismos necesarios para hacerla viable una vez visto su atractivo y posibilidades. Así, de los algo más de cuatro kilómetros de los que dispone se espera pasar a un máximo de 12 de los que cuatro serían para pistas de esquí nórdico que se complementarían, entre otras cosas, con un snow-park y otra serie de servicios destinados a albergar y satisfacer al mayor número posible de usuarios. Precisamente dicho plan incluirá todas estas intervenciones así como la dotación un mayor número de equipos como puedan ser los remontes y la mejora en las vías de comunicación y accesos a una estación que precisamente en la temporada recién concluida ha disfrutado de nuevos paravientos y cafetería a los que se han unido el acondicionamiento de las pistas. Respecto a la temporada venidera, y a la espera de aplicar los trabajos que contempla el plan director, desde la Asociación de Amigos del Morredero se tiene la intención de ampliar los paravientos existentes, los accesos y los equipos de alquiler de esquís así como otra serie de medidas destinadas a guiar las posteriores intervenciones que según Cortina podrían estar plenamente operativas en cuatro o cinco años posibilitando que el Morredero disfrutase de similares condiciones que el resto de instalaciones destinadas a la práctica del esquí incluidas en la Cordillera Cantábrica como San Isidro y Leitariegos.