Alea jacta est

LA SUERTE está echada. La campaña electoral toca a su fin. A penas quedan un par de jornadas en las que los partidos y sus candidatos apuran hasta desgallitarse sus últimos mítines, sus penúltimas declaraciones a los medios de comunicación. Hasta por prometer, muchos prometerían hacer de Ponferrada y El Bierzo la región más puntera de la faz de la madre Tierra. Como no hay contrato entre lo prometido y lo luego realizado. A lo sumo podrán descabalgárlos del sillón en otros comicios, pero de responsabilidades de otro tipo que no sean las políticas, rien de rien. Aquí arrancamos con un PP fuerte, gobernante, con cierta maquinaria del poder a su favor y un legado de hechos más que palpable. El triunfalismo de estos últimos días puede diezmar las confiadas filas populares. López Riesco en Ponferrada, tiene todo a su favor. En el PSOE que va a más, Madrid ha dado un empujoncito con ministros y altos cargos de visita y apoyo por estos lares. Pero sólo Amparo Valcarce, secretaria de Asuntos Sociales, ha traído realmente algo bajo el brazo. El resto, palabras, promesas y hasta «lapsus» de nombres imperdonables. Saavedra se merece igualar o romper el techo del PSOE en la oposición. Pero nadie augura nada más. Trabajo no ha faltado, ni errores de bulto tampoco: urbanismo caínitico, oposición a las Edades, maniobras en Federación de Vecinos...Por destacar, además del tesón puesto en la campaña, destacaríamos el proyecto de soterramiento del ferrocarril, prometido años atrás por una formación regional. Y aquí está la incógnita, el quid de la cuestión: ¿Habrá tercera fuerza en el Consistorio? ¿Se romperá el bipartidismo? ¿Quién de los minoritarios tendrá los aproximadamente 1.500 votos necesarios para el acta de primer concejal? Y en otra dimensión mayor: ¿Serán verdad las cuentas del PP de que tienen el Consejo Comarcal por vez primera a su alcance? Como en una famosa serie de televisión. La respuesta, en el siguiente episodio. El domingo 27. Yo mientras tanto me acuerdo ahora de Ismael Álvarez y de la que podía haberse liado si se presentase. De Laudino el de Igüeña, cómo lo han depurado sigilosamente, de Cascallana el de Arganza, o Domínguez eterno alcalde de Puente Domingo Flórez. Gente así podría contar muchas cosas de la política a nivel de calle, de pueblo y quedaríamos absortos del grado de conocimiento del ser humano y de la sociedad que han adquirido estos largos años.