El PSOE enrocado

AJENO a la realidad, a las urnas, a la voluntad de los electores, el PSOE de Ponferrada cumplirá con muchísima más pena que gloria 16 años en la oposición. A pesar de que, una vez más, el candidato de conveniencia nos ha demostrado cómo se pierden las elecciones, a pesar de que enseñar su cara en la primera página de los diarios haya costado al partido y a sus militantes un dineral, a pesar de que nunca habían desfilado tantas personalidades por la ciudad en su apoyo, a pesar de todo, e impertérrito, lo único que se le ocurre es enrocarse, protegido por su guardia pretoriana y desafiar al partido para que lo designe como candidato a las próximas elecciones del 2011. No va, no van a dar la oportunidad a los militantes de cambiar el destino de la agrupación a pesar de que la abstención evidencia la incapacidad para ilusionar al electorado por el «más de lo mismo», por el inmerecido favor de los cargos hereditarios y de la perversa dinámica de clanes. Soy de la opinión de que el azar interviene en los sucesos y pueden transformar estos en malos o buenos. También creo que las cosas muy bien o muy mal hechas no son producto del azar, sino del diseño, es decir, que han sido previamente maquinadas. No es producto de la casualidad que se pierdan las elecciones reiteradamente. La pregunta es: ¿además de al PP, quién indebidamente del PSOE se beneficia de ello? La frialdad de los datos es apabullante. A pesar del debut en la arena política del MASS, que ha restado votos al PP, se han perdido ni más ni menos que 1.638 votos y, a consecuencia de ello, un concejal y la Diputación. El PP ha vuelto a obtener la mayoría absoluta y todo sigue igual. De nuevo ha quedado patente la incapacidad de los clanes para ganar alguna elección municipal; al contrario, nos sumen en una deriva que terminará con las silenciosas y leales bases del PSOE local. Se impone una regeneración total de la ejecutiva del PSOE de Ponferrada en la que los patriarcas no tengan ningún protagonismo ni representación; esta regeneración deberá ser apoyada contundentemente por el partido en sus niveles superiores; el partido ya ha vivido una importante escisión derivada de la rivalidad histórica de esos clanes; estamos a tiempo de corregir errores y no sería bueno para los militantes que la sangría continuase. Se impone una acción contundente de los afiliados y del partido a fin de crear la ilusión necesaria para movilizar la abstención. Sería un error no hacer nada y dejar que los oscuros intereses de estos clanes debiliten aún más al partido en Ponferrada.