Aparece a 20 kilómetros un joven de Asprona perdido en Cubillos

La Guardia Civil, los motoristas del Seprona y desde el aire con un helicóptero trabajaron ayer toda la tarde para dar finalmente con un joven de 18 años, con discapacidad intelectual, que desapareció cuando circulaba por un camino de tierra en dirección a Cubillos del Sil en una marcha cicloturista. El susto fue mayúsculo para los de Asprona Bierzo y el resto de integrantes de la federación de este colectivo, pero tuvo final feliz después de casi seis horas de angustia y búsqueda. El muchacho apareció a más de 20 kilómetros de donde se le echó en falta. Fue encontrado en Camponaraya por la hija de la cocinera que trabaja para Asprona. Eran las 14 horas cuando se perdió David Taboada, un muchacho perteneciente a Asprosub-Zamora, que había viajado con su madre y con un monitor para participar en la marcha cicloturista organizada en este caso por los de Asprona-Bierzo. Iban unas 80 personas en bicicleta, entre voluntarios y jóvenes. Ciculaban por unas pistas de tierra en las cercanías del circuito de karts próximo al polígono industrial de Cabañas Raras, cuando el muchacho desapareció sin que nadie se percatara de lo sucedido. La comitiva se dirigía al campamento del Bosque de los Sueños, en Cubillos del Sil, como fin de toda la marcha, pero al final los compañeros del joven zamorano se dieron cuenta de que no aparecía por ningún lado. De esta forma, todos se alarmaron y se comenzó a desplegar un gran dispositivo de las fuerzas de seguridad para tratar de encontrar cuanto antes al muchacho. Hasta se rastrearon las vías del tren que pasan por Ponferrada. Las horas pasaban y la angustia crecía. Al lugar se desplazaron las motos del Seprona. Desde el aire un helicóptero también peinó toda la zona forestal, caminos rurales y demás, pero no encontraron rastro del joven. Ni la bicicleta, ni él, ni ninguna pista. La Guardia Civil trasladó al lugar a más de una decena de efectivos. La Policía Nacional, con el comisario de Ponferrada, también estuvo en Cubillos. Pasadas las siete y media de la tarde, llegaba la buena noticia por teléfono desde Camponaraya. Donde nadie se lo esperaba. La hija de la cocinera de Asprona vio al muchacho y se dio cuenta de que era el que buscaban. La madre estaba de los nervios ante el gran susto prolongado durante tantas horas. Al final, reeencuentro feliz.