Ebrios con tan sólo 14 años de edad Un muerto a la semana en la región Voz de alerta a los padres Plantaciones de marihuana

Cada semana son atendidos en el Servicio de Urgencias del Hospital del Bierzo un promedio de tres jóvenes con intoxicaciones etílicas. A priori, esta cifra, dicha así, no parece ser demasiado escandalosa. Sin embargo, si se observa detenidamente el fenómeno, se descubre que esto es sólo la punta de un gran iceberg. Cien borracheras En el año 1998 el promedio de intoxicaciones etílicas que llegaban al Servicio de Urgencias del Hospital del Bierzo eran de 17 mensuales. En total, 360 intoxicaciones anuales de las que específicamente sólo de alcohol lo fueron 140. Entonces, ¿es que nuestros adolescentes beben menos ahora? «No. Lo que ocurre es que se ha logrado establecer un filtro entre los que necesitan hospitalización y los que no», explica el doctor José Rebollar Andrés, jefe de Urgencias. «La puesta en funcionamiento del servicio 112 con personal sanitario. la Cruz Roja y los propios servicios de urgencias de los Centros de Salud atienden en un primer momento a los casos menos graves. Por eso aquí llegan prácticamente la mitad menos. Ahora en dos semanas de junio llevamos sólo tres casos», explica Rebollar, quien espera con todo su equipo la temida llegada del fin de curso y las fiestas respectivas. Perfil cambiante Actualmente las estadísticas sitúan en un centenar las atenciones médicas en los tres lugares que se realizan: 112, centros de salud y Hospital. De un tiempo a esta parte, lo que se ha notado desde los distintos servicios es el cambio del perfil del paciente. Antes eran jóvenes de 18 hasta 40 años. Ahora no. La edad ha ido bajando hasta los 14 años e incluso alguna inferior. «Y cuanto más joven es el paciente intoxicado más grave es el cuadro que presenta. Pierden el nivel de conciencia y a veces es necesario hasta ingresar en UCI», explica el doctor. Finales de curso, vacaciones de Semana Santa, Navidades y Nochevieja, son fechas señaladas en rojo en los Servicios de Urgencia por la cantidad y gravedad de las borracheras. El Bierzo no es diferente en este lamentable fenómeno social. En Castilla y León se atienden cada fin de semana diez intoxicaciones etílicas, incluso publicaciones oficiales atribuyen al alcohol «una muerte a la semana», bien por ingestión etílica directa de coma irreversible, bien por secuelas derivadas como accidentes de tráfico y otras casuísticas. Pero la vecina Galicia tampoco escapa al demonio vestido de fiesta y diversión, «cien jóvenes cada semana son atendidos en servicios médicos por intoxicaciones etílicas» publicaba hace escasos días La Voz de Galicia en portada. Ni las campañas contra el alcohol ni las tragedias constantes vinculadas a la bebida, sobre todo en carretera, han logrado evitar que los jóvenes mantengan sus costumbres etílicas cada fin de semana. Eso lo saben bien los servicios de urgencia. Los pediatras han dado ya la voz de alarma. En las urgencias de los hospitales de toda España cada vez hay más casos de intoxicados por consumo de alcohol y drogas. «Algunos tan sólo tienen 11 años», según los médicos, «le han perdido miedo a estas sustancias». Los pediatras en el XXI Congreso de Urgencias celebrado recientemente en Canarias han pedido a los padres, los servicios sociales y fiscalías de menores de todas las autonomías que tomen cartas en el asunto. Además, se da la circunstancia de que estos pacientes acaban en los servicios de psiquiatría de los hospitales y centros de salud donde no existen especialistas ni medios materiales para atender esta nueva «enfermedad». Piden recursos económicos y humanos y una mayor implicación social. En la mayoría de los pueblos del Bierzo existe algún joven que cuenta con su pequeña plantación de cannabis, generalmente para el autoconsumo y el de sus amigos. En la imagen, uno de estos «jardines» particulares en Toral de Merayo, municipio de Ponferrada.