Diario de León

Ponferrada, política y vivienda

Publicado por
WENCESLAO ORALLO
León

Creado:

Actualizado:

SE NOS PRESENTA como bueno, no solo por el gestor de la cosa municipal sino por los medios informativos, el hecho de tener una de las viviendas más baratas de España por comparación con ciudades similares. El precio de la vivienda tiene correlación directa con la calidad de vida de una ciudad -educación, cultura, medioambiente, sanidad, comercio, etc.- y con el tipo de empleo de sus ciudadanos, es decir, con las expectativas sociales y culturales que una ciudad ofrece y con los niveles de renta de sus ciudadanos. Nadie desconoce que donde más cara es la vivienda es donde más calidad de vida y más alto salario se ofrece. Ponferrada no es ejemplo de esto último pues concentra un empleo coyuntural y/o de baja cualificación: agrícola, extractivo, construcción y de servicios -talleres, comercio, bares, ocio de bajo nivel, etc. Los precios de vivienda se acomodan siempre a tales niveles de cualificación y renta. La pregunta que cualquier responsable sensato debe hacerse es si el bajo precio comparativo de vivienda representa suficiente incentivo para que los jóvenes residan en una ciudad o son otros cualificados parámetros los que lo determinan. Los datos del Observatorio Ocupacional Estatal son demoledores: nuestra Comunidad -Ponferrada forma parte de ella- es la segunda de España de la que más jóvenes trabajadores entre 25 y 34 se marchan. A los jóvenes les importa un trabajo que cubra unas expectativas y que Ponferrada no satisface; el precio de la vivienda solo es una derivada que resuelve el tipo y estabilidad del empleo. Congratularnos de un bajo precio es un débil ejercicio de demagogia utilizado para justificar un abuso edificatorio -urbanístico y medioambiental- que triplica el crecimiento vegetativo de nuestra ciudad -apenas 5.000 habitantes en la última década- y que los dueños de la cosa necesitan orientar en un sinsentido interminable, alejado de la necesidad residencial, como paradigma especulativo del territorio. Esta irresponsable estrategia se diluye ahora ante los altos tipos de interés que impiden esa espiral. Ojalá que las políticas nacionales de la Ciudad de la Energía y sus proyectos de investigación, conocimiento y turismo inteligente, aporten prioridades productivas con empleo cualificado y sostenible y ayuden a paliar este dislocado proceder, sustentado en el errático ladrillo que tanta vivienda desocupada produce y a tanto joven expulsa.

tracking