Diario de León
Publicado por
MARÍA AÑIBARRO
León

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GLOBALIZACIÓN, fusión, crecimiento, valor de marca, internacionalización de la empresa, son conceptos que van tomando mayor presencia en el vocabulario de los bodegueros españoles. Actualmente se habla de crisis en el sector, pero es sabido que cada vez hay más bodegas y sólo unas pocas diferenciadas, que el mercado nacional está muy saturado y que sólo en los mercados exteriores está  la esperanza. Según datos de la Federación Española del Vino, España es el país con mayor superficie cultivada del mundo, casi el 15% de la producción total, por otro lado se espera un aumento del consumo mundial y un incremento del gasto en tres años. Según estas premisas Agricultura ha definido una estrategia para convertir a España en el líder vitivinícola del mundo. Esta acción, que contará con una inversión de  133 millones, ha sido consensuada entre todos los que intervienen en el sector del vino. La propuesta es ambiciosa, pero necesaria para dar salida a toda nuestra producción. Es un momento crucial en el que el vino español se está consolidando, aunque aún hay un gran desconocimiento y confusión.  Pero bien es verdad que  la diferenciación de los varietales españoles y la interpretación que hacen de éstos los enólogos españoles,  están despertando admiración y asombro. Siendo más objetivos, y con los pies en el suelo, la realidad es que las bodegas españolas se están iniciando ahora en el lento camino de la exportación y sólo unas pocas son conscientes de la importancia de  valores como diseño, marca y comunicación. Si por otro lado, analizamos que aún siendo conscientes de todo ello hace falta una gran inversión para poder llevarlo a cabo, ¿qué futuro existe para un sector tan atomizado como éste?. El futuro es la fusión y el aprovechamiento de las infraestructuras de cada empresa, para abaratar costes, ser más competitivos y profesionales. Desde el Ministerio se  van a favorecer fusiones empresariales, concentraciones, sistemas de comercialización común e inversiones en investigación, además de la creación de un centro de información y orientación para las empresas vitivinícolas. Pero las bodegas estarán realmente dispuestas a fusionarse o directamente serán absorbidas por grupos bodegueros más potentes, esto depende del músculo financiero de cada una de ellas y la paciencia de los inversores, porque bien es verdad que cada son más necesarias las inversiones, no sólo en comercialización, sino también en investigación y desarrollo.

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