Las bodegas justifican su marcha por el afán restrictivo de la D.O. Bierzo

La dimisión irrevocable de los vocales y suplentes que representaba a las bodegas de calidad en el Consejo Regulador del Bierzo ha abierto de nuevo la polémica sobre el resultado de las últimas elecciones en el órgano defensor de la D.O. Bierzo. Los portavoces de las 39 sociedades privadas argumentan su decisión en el trato recibido por el presidente y otros miembros directivos del órgano de gestión - «acentuada por el claro partidismo de algunos de sus trabajadores»- que, en su opinión, han ignorado las propuestas e intereses de dichas bodegas en la elaboración del nuevo reglamento de la D.O. Bierzo, cuya propuesta definitiva debe ser presentada ante la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta. Así, justifican su abandono en la reiterada negativa de los miembros del órgano de gestión a la celebración de reuniones con los representantes de las bodegas de calidad para proporcionar una propuesta consensuada para el nuevo reglamento. No entienden que la diferencia numérica -de los diez vocales sólo dos representan a las bodegas privadas- justifique su falta de voz y voto en las decisiones del Consejo Regulador y que ni siquiera se tomen en consideración sus intereses que sólo tienen como objetivo el que debería ser el principal reto del dicho organismo, «vender más vino». Aunque su salida del Consejo podría entenderse como un agravio para las bodegas representadas, consideran que estás ya estaban siendo perjudicadas por una situación ya «insostenible» en las que sus intereses estaban siendo desoídos e ignorados en el seno del órgano regulador. Diferentes criterios Los representantes de las bodegas de calidad denuncian el afán controlador del Consejo Regulador con medidas restrictivas y su negativa a desarrollar un reglamento construido sobre las variedades autóctonas mencía y godello pero «moderno y flexible», que se adapte a las nuevas tendencias de los mercados nacionales en internacionales. En la opinión de estas sociedades, el Consejo debería ocuparse menos de «gravarnos coste y limitarnos» y atender más a la comercialización, la promoción, y la precio de los caldos bercianos para abrir el mercado. «En el Bierzo ya se sabe hacer buenos vinos, la clave ahora está en que se conozcan y se vean en más mercados, que se vendan más botellas, porque cuanto más se vendan más prestigio tendrán», señalaron los vocales. De esta manera criticaron la «cerrazón» del Consejo Regulador que, para ellos, debería ser más flexible con las bodegas de calidad y reconocer su papel en la promoción del vino del Bierzo y su apertura a nuevos mercados extranjeros y nacionales.