Douro refrescante
LOS VINOS tranquilos del Douro han sido hasta hace poco grandes desconocidos para mí, sin embargo, todos los comentarios que me llegaban los hacían cada vez más exóticos y misteriososa mis ojos. Como la mayoría de los consumidores españoles asociaba esta zona a los vinos de Oporto, vinos dulces más propios del gusto de otros tiempos. Pero gracias a los viajes y a las catas he ido conociendo lo que nuestros vecinos portugueses están haciendo con las mismas castas que antes sólo se destinaban a la elaboración de Oporto. A finales de los noventa surgió en el Douro un movimiento renovador, centrándose en lo que allí llaman vinos de mesa y alejándose del concepto tradicional de los oportos. Viticultura tradicional de bajos rendimientos, recuperación de viejos viñedos, reconstrucción de bancales y elaboración con las variedades autóctonas, estos son los parámetros que ha seguidos este movimiento, liderado por los llamados «Douro Boys», para lograr unos vinos de modernos, con toda la historia y la personalidad del viñedo centenario en cada una de sus botellas. Las marcas más famosas: Nieport, Pintas o Poeira. Este fin de semana tuve la oportunidad de conocer de primera mano esa pequeña revolución, el aire que se respiraba me sonaba familiar: jóvenes enólogos que creen en las posibilidades de una zona, con interpretaciones de variedades autóctonas¿. Me resultaba tan familiar como el movimiento que hizo cambiar al Bierzo hace unos años. Tan interesante resulta la zona del Douro, que algunas bodegas españolas de renombre ya se han interesado. Son varios los proyectos que se van a iniciar en breve, el más famoso es el de la bodega Emilio Moro que ha llevado a cabo una joint venture con la bodega Calem de capital español o Martué, con la compra de setenta hectáreas de viñedo y olivo, en la que se plantean la elaboración de vinos de gama alta para el exterior. Algunos de los elaboradores locales ven con recelo la llegada de capital español, otros con mucho más criterio, piensan que será un fuerte apoyo para la imagen y la comercialización de los vinos portugueses modernos, a los que los españoles hacen sombra en exportación.Tan enamorado del Douro como una servidora, es nuestro enólogo «volante» Raúl Pérez Pereira, excelente persona y magnífico elaborador, uno de aquellos que ha contribuido a aumentar la fama de El Bierzo. Durante el día de hoy presentará en Ponferrada, una muestra de su trabajo más personal. Quizá el año que viene se atreva nuevamente con las elaboraciones en Douro.