La fortaleza expoliada
La Asociación Cultural Muces denuncia el saqueo que sufren las ruinas de un castro astur vinculado con Las Médulas en la loma de la Peña del Hombre y pide a la Junta su puesta en valor
Cada vez hay menos piedras en la Peña del Hombre, una loma en el camino de Las Médulas que albergó la muralla de un primitivo castro astur, y que no ha dejado de sufrir el expolio de quienes sólo ven en las ruinas milenarias materia prima para levantar cercados. La situación ha llegado a ser tan alarmante que la Asociación Cultural Muces, un colectivo que lleva más de una década preocupándose por la conservación del paraje, ha hecho un llamamiento público a la Junta de Castilla yLeón para que catalogue y ponga en valor el enclave próximo al castillo de Cornatel. La asociación está convencida de que el yacimiento fue un importante puesto de control de los pasos hacia Galicia antes de la llegada de los romanos al Bierzo, y fue usada por el Imperio durante la construcción de los canales de agua hacia la mina de oro de Las Médulas porque desde sus casi 1.200 metros de altitud se puede dominar el recorrido de la mayoría de la infraestructura hidráulica. Así se lo hacían saber el verano pasado al director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Sáiz, en una carta que no ha dado sus frutos. Un año después, siguen llevándose las piedras y nadie en la administración ha considerado necesario realizar siquiera un estudio arqueológico para datar con más precisión la antigüedad del yacimiento. A pesar de la falta de respuesta, los miembros del colectivo no se han quedado quietos y sí han conseguido dar del alta a la fortaleza astur en el inventario de la propia Junta, y obtenido el permiso de los responsables de la Guardería Forestal para acometer la limpieza del recinto y del foso, en colaboración con la Asociación de Amigos del Castillo de Cornatel. Las jornadas de limpieza han permitido además cruzar las ruinas de una puerta a otra y descubrir algunos de los contrafueres de la muralla próxima a lo que la asociación entiende que pudo ser la entrada principal a la primitiva fortaleza. Construidas sin argamasa, las murallas tienen tres metros de ancho en su zona más estrecha y la asociación cree que bien pudiera datar de entre el 400 y el 200 antes de Cristo. El foso sería posterior y hay huellas de lo que pudo ser una torre. El castillo de Cornatel en la colina próxima del Cuerno de la Tierra, sólo sería la continuación del castro, que tuvo que servirle de cantera.