Técnicas de Vidrio compra suelo en el Bayo por tres millones de euros

La empresa pública Gesturcal y Técnicas de Vidrio Transformado cerraron la semana pasada, según ha podido conocer este periódico, la compraventa de la mayor parcela de suelo industrial del polígono del Bayo, en Cubillos del Sil. Técnicas de Vidrio, la compañía que pretende fabricar productos vidrieros de diversa gama en una planta cuya inversión rondará finalmente los 35 millones de euros, desembolsará tres millones de euros por una superficie de 116.000 metros cuadrados. La operación de compraventa por parte de la sociedad que encabeza Javier Prado, uno de los emprendedores más reconocidos de la comarca y en la comunidad como fundador de Cristalglass, supone el punto de partida efectivo para el desarrollo de la que se plantea por ahora como la principal actuación industrial en el mayor parque empresarial del Bierzo, a la espera de que Gesturcal adjudique la segunda fase de su urbanización para alcanzar los casi dos millones de metros cuadrados de extensión. La compra de la citada parcela permitirá a Técnicas de Vidrio Transformado comenzar el montaje de su factoría a muy corto plazo. En el calendario de la compañía se pretende que a mediados, como mucho a finales del año 2008, la planta pueda estar en funcionamiento. La factoría, que estará equipada con tecnología punta, producirá vidrio templado, laminado y serigrafiado. Pero se dirigirá, mucho más que hacia el sector de la construcción en general, a la fabricación de productos con mucho valor añadido para el diseño en arquitectura y también al ámbito de la decoración interior y exterior. La joya del Bayo La previsión de los promotores desde el punto de vista del empleo es ocupar cerca de cien trabajadores en la fase inicial. Pero a medio plazo, el objetivo es que en los distintos departamentos de la vidriera se empleen directamente del orden de 200 personas. El proyecto, que fue presentado en víspera de los comicios municipales por parte de los alcaldes de Ponferrada y Cubillos, Carlos López Riesco y José Luis Ramón, como «tutores» del macropolígono, levantó ampollas sobre todo entre la candidatura socialista. Ricardo González Saavedra llegó a poner en tela de juicio en ese instante la credibilidad de la inversión.