«Cirugía estética» sin pretensiones cromoterápicas
El gerente asegura que el único objetivo del cambio de color en las habitaciones es «alegrar» la vista a los pacientes, a sus acompañantes y «acabar con la uniformidad y la oscuridad»
Como buen representante de la medicina más convencional, el gerente del Hospital del Bierzo, Alfonso Rodríguez Hevia, no se marcó ayer ningún discurso más o menos cromoterápico para justificar la mudanza de color en todas las habitaciones. Algo que han podido pensar los pacientes u observadores aparentemente más sagaces o perspicaces. «Hemos elegido el naranja para la planta tercera, y el azul y el amarillo para las otras dos. Lo único que nos ha guiado es acabar con los colores oscuros y uniformes de las habitaciones y sustituirlos por otros más alegres y cálidos», descartó Hevia. Para los amantes de la cromoterapia y de sus presuntas propiedades curativas, según sus gurús, el naranja estimularía el sistema respiratorio y también produciría cierta tonificación sexual -atención a la tercera planta-. El amarillo está ligado a la mejora del sistema digestivo y estimula los músculos. El azul se presenta como antifiebre, antiséptico y ayudaría contra el exceso de peso.