«El Gobierno debe poner orden y agilizar trámites» «La propia ley podría estar fomentando la delincuencia» «El problema radica en los permisos comunitarios»

Desde el sindicato agrario Ugal-UPA se ha recalcado la necesidad de que el Gobierno central «ponga orden y controle» la llegada de todos estos inmigrantes que se movilizan en busca de trabajo y, a pesar de que en muchos casos están de forma legal en el país, no pueden ser contratados como mano de obra. Esta es la principal reivindicación que el secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente, ha querido trasladar al Ejecutivo de la nación. Llorente ha apuntado que existe un «elevado» número de inmigrantes procedentes de Europa del Este en su mayor parte con el mismo problema; un problema que afecta, según explica, tanto a los propios temporeros, como a los trabajadores que no pueden contratarles algo que, en consecuencia, genera además un «problema social». Así, Ugal-UPA reclama al Gobierno central una mayor «agilidad» a la hora de para establecer contratos de trabajo para permitir las contrataciones necesarias. El recientemente elegido delegado del sindicato agrario Asaja en la comarca del bierzo y vicepresidente en la agrupación provincial, Roberto Canedo, ha mostrado su descontento con la legislación que actualmente está en vigor relacionada con la contratación y la ley de extranjería porque, según ha relatado, permite a numerosos extranjeros residir en el país con similares derechos como a la educación de los hijos e incluso a trabajar de forma autónoma mientras que, por el contrario, no les permite ser contratados como mano de obra para, por ejemplo, la época de la recolección de fruto. En este sentido, Canedo ha explicado que esta mano de obra es «única y necesaria» debido a que no hay nadie más -argumenta- que esté dispuesto a trabajar en el campo. Asimismo añade que «la propia legislación, al permitir que los extranjeros residan en el país sin poder ser contratados puede que esté fomentando la delincuencia», matizó. El presidente de la Asociación Berciana de Agricultores, José Antonio Merayo, ha a señalado a los permisos de la comunidad europea como desencadenantes de las situaciones de que muchos temporeros extranjeros intenten trabajar sin los permisos necesarios en el campo y se aproximen a las zonas de vendimia para conseguirlo. En este sentido, Merayo pone como ejemplo el hecho de que la legislación comunitaria conceda permisos de circulación y residencia, algo que da luz verde a estos extranjeros para desplazarse a las zonas agrarias y ofrecer al agricultor una mano de obra que necesita. «Pero ¿qué ocurre si no los contratan por la falta de papeles?... porque cada día necesitan tener su propia manutención», explica Merayo, quien ha querido dejar patente la Subdelegación del Gobierno «ha hecho todo lo posible» porque los trabajos se desarrollen lo mejor posible, pero de forma legal».