El alcalde de Corullón arremete contra los alquileres de los búlgaros

El alcalde de la localidad berciana de Corullón, Luis Alberto Cobo, ha responsabilizado de la llegada masiva de búlgaros sin papeles para trabajar en las tareas de vendimia a los propietarios de casas que, según él, se encuentran en pésimas condiciones mientras, sin embargo, cobran a cada una de estas familias hasta 300 euros de alquiler. Según él, la oferta de poder residir varios grupos de búlgaros en estas casas, aunque no sea en las condiciones más apropiadas, ha sido el desencadenante de un efecto llamada para otros de su misma nacionalidad, que comenzaron a llegar a la localidad a finales del mes de agosto y, de forma más acentuada, a principios del presente. La prohibición de acampar en parajes del pueblo, reforzada con la presencia de la Guardia Civil ha sido el factor por el que poco a poco ha ido disminuyendo el número de «sin papeles» presentes en Corullón. El propio alcalde de Corullón ha reconocido que no se recuerda en la localidad una «avalancha» de inmigrantes como la de este año que, a pesar de que «no ha causado ningún problema ni enfrentamiento», aunque si que puede generar un cierto mal estar por acampadas frente a una fuente del pueblo en la que éstos aprovechan para lavar ropa, además de abastecerse. Por ello, el regidor ha manifestado que mantendrá una reunión con carácter urgente con los propietarios de las viviendas en las que residen ya que considera «injusta» el precio que pagan por la situación en la que viven que obligan a realizar diversas tareas domésticas y de higiene en la calle. Más facilidades Cobo, no obstante, ha querido dejar patente que la mayor parte de los búlgaros que residen en la localidad están empadronados en el municipio y que la gran mayoría de los que han llegado sin papeles para la vendimia ya se han ido. Asimismo, el regidor en el Ayuntamiento de Corullón ha explicado que «las administraciones deberían dar más facilidades para la entrega de permisos de trabajo en nuestro país, con el objetivo de que con la llegada de la recogida de fruto se reduzcan las barreras que, en muchos casos, impiden hacer contratos a «gente que se necesita para las labores del campo y que, a su vez, necesita trabajar para mantener una familia». La reunión que se mantenga entre los «caseros» puede suponer un punto y a parte en la situación que vive la localidad. «Es injusto que se aprovechen de las familias que vienen para trabajar» LUIS ALBERTO COBO Alcalde de Corullón