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Los padres tuvieron que hacer el año pasado 80 kilómetros diarios para llevarlos al colegio de Silván

Dos niños de Llamas comenzaron ayer el curso escolar por falta de transporte

Educación habilitó ayer un taxi que pasa a más de dos kilómetros del domicilio familiar

Publicado por
M. Félix - ponferrada
Ponferrada

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Dos niños del pueblo de Llamas, -una niña de cuatro años y su hermano de siete-, han estado todo este mes sin escolarizar debido a que carecían de transporte escolar público para poder acudir al colegio de la localidad rural de Silván, en el municipio berciano de Benuza. La solución parcial llegó ayer. Según sus padres (un matrimonio joven que ha apostado por vivir en el rural), el año pasado tuvieron que sacrificarse y recorrer a diario unos 80 kilómetros para poder llevar y traer varias veces a los niños del colegio. Pero este año, la Junta de Castilla y León contrató un taxi para llevar a los escolares de la zona al mismo centro de Silván. Lo curioso es que, de los cuatro niños que viven fuera de la población del centro escolar sólo dos fueron incluidos en dicho transporte público, y los dos de Llamas se quedaron fuera del servicio desde comienzos de curso. Según la madre de los dos niños de Llamas, Francisca Demmer, y ratificada por su marido Enrique, la solución oficial que les dieron fue la misma del año pasado: «llevarlos otro año más por nuestra cuenta». Pero el caso es que el taxi, según dicen, «vacío y con plazas suficientes», pasa a dos kilómetros y medio del cruce viario de la población de Llamas, donde residen. Por eso, pidieron a Educación que se solucionase el error, ya que entendían que tenían derecho como el resto al transporte público para sus hijos. La solución parcial les llegó precisamente ayer, cuando se quejaron a este diario. Sus dos hijos han sido incluidos en el viaje del taxi desde el cruce de Llamas a Silván, situado a 15 kilómetros por una pronunciada y sinuosa carretera de montaña. Con todo, sus padres tienen que llevarlos y recogerlos todos los días a 2,5 kilómetros del cruce. «Ya es difícil vivir en un pueblo alejado como este y encima no se facilita mucho la escolarización de los niños» FRANCISCA DEMMER Madre y vecina de Llamas