El plan de clemencia para los consejeros díscolos encuentra una dura oposición interna en el PSOE

La tarea encomendada al ex alcalde de Valladolid y presidente regional del PSOE, Tomás Rodríguez Bolaños, y al regidor de Bembibre, Jesús Esteban, para pacificar el socialismo comarcal, no resultará sencilla. Según pudo pulsar ayer mismo este periódico en diversas fuentes del partido en la comarca, vinculadas al oficialismo mayoritario, la clemencia que se reclama para los seis consejeros comarcal suspendidos de militancia por no respaldar a su presidente en el primer pleno de la institución, no se contempla como un arreglo sencillo. En estos círculos se estima que la disciplina es la disciplina y que saltarse los estatutos a la torera no sería el mejor ejemplo. Pero lo que más ha encendido a los detractores del «perdón» han sido las últimas declaraciones públicas que ha realizado uno de los expedientados, el alcalde de Cacabelos, justo después de que el lunes se aprobará la propuesta de mediación en la crisis del Consejo del Bierzo. José Manuel Sánchez volvió a hablar en medios radiofónicos de persecución premeditada hacia algunos cargos del partido y eso no se entiende precisamente como un acto de contricción para devolver el contador a cero en el PSOE berciano.