| Reportaje | La clave está en la integración |
Un problema de adaptación
Los especialistas proponen un plan de convivencia como la mejor solución para la integración del pequeño y para poner fin a la intimidación y al miedo que provoca entre el resto de compañeros
El conflicto que existe con este alumno de ocho años del colegio Campo de la Vila no es nuevo. Los padres de los alumnos llevan tres años buscando una solución a la intimidación y el miedo que el niño provoca entre sus hijos. «El niño cuenta en el aula con una maestra a media jornada de pedagogía terapéutica. Allí también está su tutora, que es especialista en pedagogía terapéutica y, además, un día a la semana, durante dos horas, el niño es atendido por un equipo de modificación de conducta. Suponíamos que con todos estos medios las cosas transcurrirían con más normalidad que en los años anteriores pero no ha sido así», señalaron ayer los padres. Una situación insostenible que ahora parece haber encontrado una posible solución en el plan de convivencia propuesto por los especialistas y un refuerzo en la vigilancia en el centro escolar. Y es que ayer el niño parecía ajeno a todo el conflicto escolar y social que se ha generado por su causa. Sólo otros dos alumnos entraron con él a clase, los que además le acompañaron en sus juegos a la hora del recreo. Con una pelota y la merienda en una mano, el pequeño estaba en el patio, ante la mirada de dos de sus cuidadoras. Una situación de aparente normalidad tras la que se esconde un problema de adaptación al que profesores y especialistas de Educación quieren poner fin buscando la integración entre sus compañeros de aula y evitando un aislamiento que, probablemente, sólo haría empeorar la situación. Tarea difícil cuando hay que velar también por los derechos del resto de los alumnos del colegio.