La mirada circular más mediática

El proyecto de turismo sostenible y desarrollo socioeconómico la Mirada Circular es ya una realidad que debe ser promocionada y dada a conocer en el resto del país para atraer a esos potenciales visitantes y pobladores de las zonas rurales y periféricas del Bierzo que esta iniciativa impulsa. Con este objetivo, una decena de profesionales de diversos medios de comunicación de Madrid y Valladolid pasan unos días en la comarca. En el centro de la Mirada, estos periodistas, fotógrafos y cámaras serán la voz y los ojos que muestren los secretos de esta innovadora propuesta que gira en torno a una red de sendas de más de 300 kilómetros, que formaran parte de los Caminos Naturales de España. Pero la Mirada Circular no es sólo una propuesta turística, es un intento de salvar de la despoblación y la depresión económica a los pueblos bercianos a través de la atracción de nuevas inversiones de futuro. Con esta misión, los «comunicadores» de El Mundo, Geo, El País, Sogecable o TVE iniciaron ayer su «experiencia berciana» que implica conocer en dos jornadas intensivas la historia, el paisaje, la gastronomía y las gentes de la comarca, que ahora ya sabe «venderse». Tras el desayuno, primer contacto con la Mirada. El director de la Fundación Ciudad de La Energía, José Ángel Azuara, el vicerrector del Campus de Ponferrada de la Universidad de León, Luis Herráez, y el director del proyecto, Alfonso Fernández Manso, fueron los encargados de presentar todos los detalles de este ambicioso proyecto, en el que ha jugado también un papel importante el Consejo Comarcal del Bierzo. Tras la teoría llego la práctica y el grupo partió en 4x4 hacia Cacabelos con una primera parada en Castro Ventosa, uno de los asentamientos romanos más grandes del Noroeste español y desde el que se puede poner en práctica esa «mirada circular». Los Ancares, la sierra de La Lastra, Ponferrada o el Catoute a golpe de vista entre un mar de cepas centenarias. La ruta continuó por un soto de castaños, Teixeira, Alzadas de Villar y una nueva parada en Cantexeira para comer en una de las construcciones más características del Oeste de la comarca, las pallozas. Tras una sobremesa amenizada con diapositivas del Bierzo, continuó la marcha hacia Villafranca, donde una cata de vinos en la bodega Luna-Beberide les reveló las propiedades de los vinos bercianos y su variedad estrella, la mencía. Al fin de la jornada, una merecida cena en el Palacio de Canedo.