La candidata socialista, Alejandra Blanco, sólo recibió cuatro de los siete votos de su partido
Raúl Valcarce preside la Mancomunidad tras el pacto tácito entre el PP y el PSOE
«Hace cuatro años se pactó con José Luis Ramón y ahora me toca a mí», dice el nuevo responsable
Un pacto bajo cuerda entre el PP y el PSOE resolvió ayer en el empate entre los dos partidos en la Mancomunidad de Ponferrada y dejó la presidencia del organismo en manos del alcalde de Carracedelo, el popular Raúl Valcarce. Aunque los socialistas abandonaron la sesión de constitución del organismo sin hacer declaraciones y después de que su candidata, la desconocida vocal de Cubillos del Sil, Alejandra Blanco, sólo recibiera en la última votación cuatro de los siete votos de su partido, el propio Valcarce se encargó al final del pleno de confirmar tácitamente que las dos formaciones habían alcanzado un acuerdo para situarle al frente de la Mancomunidad durante los próximos cuatro años, evitando así que Izquierda Unida y el Mass, con un representante cada uno, se convirtieran en llave. «Hace cuatro años se pactó con José Luis Ramón, ahora me toca a mí» aseguró refiriéndose al presidente saliente, el alcalde socialista de Cubillos del Sil. La intervención de Valcarce durante el pleno tampoco dejó lugar a dudas sobre lo sucedido cuando habló de «pacto poco habitual» para justificar su llegada a la presidencia y antes de garantizar que tendrá en cuenta la «línea de consenso» que se mantiene en la institución a la hora de definir la vicepresidencia, la Junta de Portavoces y la Comisión de Hacienda. Los cuatro grupos políticos comenzaron el pleno de constitución presentando sus propios candidatos, optando el PSOE por Alejandra Calvo en lugar de Ramón, que preside ahora el Consejo del Bierzo, o de voces con más peso en el partido como el alcalde de Camponaraya y secretario comarcal, Antonio Canedo, o la alcaldesa de Cubillos y vicepresidenta comarcal, Belén Fernández. En una primera votación secreta, Raúl Valcarce recibió siete votos, Alejandra Calvo, cinco, y Jesús Martínez Pintor por Izquierda Unida y Soledad Reguera por el Mass, uno cada uno, obligando a una nueva consulta secreta para decidir el nombre del presidente por mayoría simple entre los dos candidatos más votados. Al final, Valcarce mantuvo sus siete apoyos y Alejandra Calvo incluso recibió un voto menos y vio como los cinco sufragios en blanco registrados superaban a las cuatro papeletas de su candidatura. Aunque los dos grupos minoritarios expresaron su deseo de que las votaciones fueran nominales, la socialista Belén Fernández pidió el voto secreto y el secretario se lo concedió sin plantearse una votación sobre el sistema de elección. Al término del pleno, el funcionario puntualizó a este periódico que se hubiera sometido a votación la elección por voto secreto o nominal del presidente si alguno de los representantes hubiera expresado su disconformidad.