La Junta desmiente el plantón a las obras prometidas en Bembibre

La queja que hizo pública el alcalde de Bembibre, el socialista Jesús Esteban, por la no inclusión en los presupuestos autonómicos de dos grandes proyectos de la capital del Boeza -el centro de salud y estación de autobuses - no tiene fundamento para el delegado de la Junta, Eduardo Fernández. El responsable territorial de la Junta aseguraba que la no inclusión inicial de proyectos no supone que se descarten definitivamente, si no tan solo de un gesto administrativo. Fernández explicaba que «en el primer año de ejecución de una obra, normalmente consignamos en los presupuestos cantidades que luego no se gastan, lo que da lugar a problemas de ajustes presupuestarios que no tienen sentido», en prevención sin embargo existen cantidades «que pueden consignarse a lo largo del año si se cumplen condiciones como la disponibilidad de terrenos y la realización del proyecto». En el caso concreto del centro de salud de Bembibre, el propio Fernández había anunciado la adjudicación del proyecto a principio de año, y aseguraba que «más allá de entrar en polémicas con el alcalde de Bembibre, quiero recordarle que se está trabajando en los plazos establecidos. Si hubiéramos consignado una cantidad a final de año nos la estaríamos comiendo porque todavía tenemos que recibir los terrenos, hacer el proyecto y la licitación de la obra». Mayor retraso hay en la estación de autobuses, cuya demora es en buena parte según Fernández, responsabilidad municipal. «Una obra de esa envergadura que precisa de la financiación de la Junta aunque sea municipal, exige que nos sentemos a negociar datos como dónde se ubicará, con qué calidad se va a hacer ese proyecto, qué servicios va a contar y cómo se encarrila en el servicio de viajeros de las próximas décadas. No tendría sentido sacarla sin esas previsiones de futuro. Recomendaría al alcalde de Bembibre que en lugar de polemizar en los medios nos sentemos y se perfile un proyecto adecuado porque la estación de Bembibre no puede ser un apeadero, no tiene sentido gastarse el dinero para hacer una obra que quede por debajo de las exigencias del ciudadano en breve».