San Vitul renace de sus cenizas
Los vecinos de la pequeña aldea de Oencia festejan a lo grande la llegada del agua potable y del saneamiento
Los vecinos de San Vitul, en el municipio de Oencia, celebraron el sábado pasado un opíparo almuerzo algo anacrónico. Entre costillas de cordero asado, empanadas y castañas, los moradores brindaron por la llegada al pueblo, en pleno siglo XXI, del agua potable a sus casas y sobre todo la posibilidad de construir un aseo en sus viviendas con la garantía de evacuación del nuevo saneamiento. La docena de censados en el pueblo, aunque la mayoría no reside habitualmente en él, invitó al alcalde, el popular José Estanga, a pesar de que algunos de ellos fueron hace ocho años contrincantes electorales por el Partido Socialista. El regidor de Oencia agradeció el gesto de «fair play» político. «Hay que darle las gracias a Ángel Sevane, que en 1999 censó a toda su familia cuando concurrió como número uno del PSOE y devolvió la vida a San Vitul», admitió Estanga. El resurgir vital de la aldea, sin embargo, aún no parece tarea fácil. Al menos hasta que se adecente un acceso digno que sustituye al actual camino de tierra que parte de la carretera principal. «Estoy trabajando ya con la Diputación para que a ver si antes de fin de año se comienza la obra», prometió el alcalde, que lamentó que las festejadas obras de la traída y del saneamiento se vieran algo enturbiadas por un fallo de comunicación con la oposición. «Les pido disculpas por no habérselo comunicado en el pleno, pero lo importante es que estén hechas», dijo. «Y al primero que rehabilite una vivienda, licencia gratis», prometió el primer edil