Una mujer y su hijo mueren asfixiados por el humo de un cortocircuito

Ponferrada amaneció ayer envuelta en tragedia. Una madre de 75 años y su hijo de 34 murieron de madrugada asfixiados en su casa por un denso humo negro procedente de la combustión de unos cables y dos sofás, quemados en un incendio de escasa virulencia supuestamente por un cortocircuito originado en el salón. En el mismo suceso resultó herido de gravedad por intoxicación un tercer ocupante de la vivienda, el marido y padre de los fallecidos, de 78 años. Ocurrió en el barrio de Cuatrovientos, en una pequeña casa de planta baja situada a la altura del número 32 de la calle Diagonal, no muy lejos de la iglesia de San José Obrero por su parte trasera. Los fallecidos son María Ángeles López Alba, -natural de Cacabelos pero que llevaba más de cuarenta años viviendo en el barrio-, y su hijo Luciano López López, conocido como «Chano» y que en la actualidad trabajaba como repartidor en la capital berciana para la empresa Distribuciones Publicitarias El Pozo. El hombre herido ingresado en el Hospital del Bierzo es Pablo López Arias, también oriundo de Cacabelos y en la actualidad jubilado de la empresa eléctrica Endesa. La alarma saltó a antes de las cinco de la pasada madrugada, cuando uno de los hermanos e hijo del matrimonio llegó a casa después de estar de fiesta con los amigos y no pudo entrar en la vivienda. Desde la calle llamó por su madre y por su padre, pero nadie le abría la puerta. Entonces, decidió llamar por teléfono a un hermano y se personó en el lugar. Con su llave abrió la puerta, pero no la pudieron flanquear y entrar, puesto que detrás de ella estaba el cuerpo de su padre tendido en el suelo. Fue así como decidieron dar la alerta a los servicios de emergencia y desde el 112 se cursó aviso a los bomberos de Ponferrada, que recibieron la llamada a las 5.48 horas de ayer domingo. Los bomberos consiguieron entrar y localizaron al hombre sin sentido, pero vivo, y a su esposa detrás de él, en un pequeño hall de entrada, ya muerta. Sin embargo, la sorpresa fue aún mayor, puesto que en una de las habitaciones también localizaron muerto al hijo del matrimonio. En un principio pensaron que sólo estaba la pareja en el domicilio y que el hijo había salido también de fiesta, como su hermano.