Alida, una mujer a la sombra de Girón
Familiares y miembros de la izquierda anticapitalista homenajean a una de las principales guerrilleras del Bierzo, que pasó de enlace en el llano a una combatiente más en los montes
Como pasa en casi todas las esferas de la vida, las mujeres suelen quedarse en un segundo plano, dejando el protagonismo a otros, pero no hay duda que en la historia de la resistencia antifranquista en el Bierzo fueron muchas las que en silencio sirvieron de enlace y ayuda a los guerrilleros echados al monte y, llegado el momento, también fueron valientes para empuñar las armas. Una de estas mujeres guerrilleras fue Alida González Arias, a quien familiares y miembros de la izquierda anticapitalista rindieron ayer homenaje en el cementerio de Salas de los Barrios, de donde era natural. Un acto presidido por la bandera republicana, cuyos ideales libertarios Alida defendió con pasión y entrega, y acompañado por la lectura de un poema y una canción en recuerdo de todas esas mujeres que sufrieron la extrema violencia del franquismo. Fue uno de los miembros de la organización, Pilar García, quien puso voz a la historia de valentía y de lucha de Alida González, que falleció el año pasado a los 91 años de edad. «La Penca», como era conocida Alida entre la resistencia, nació en este pequeño pueblo de Ponferrada en 1915. Estaba casada con el ugetista José Losada Yáñez, quien inmediatamente después del levantamiento nacional del 18 de julio de 1936 tuvo esconderse para no correr la misma suerte de otros compañeros y evitar ser «paseado» en el Montearenas. Alida ocultó a su marido y era ella quien le suministraba comida, ropa y cartuchos, ya que José Losada era un buen cazador. Fue precisamente detenida cuando llevaba alimentos y municiones a su esposo. Tras la detención llegó el consejo de guerra, la prisión en el campo de concentración de San Marcos en León, más detenciones y, al final, el destierro a la localidad de Cantapiedra (Salamanca), donde un 27 de abril de 1939 recibió la trágica noticia de la muerte de su marido a manos de una patrulla de guardias civiles y falangistas. Un duro golpe que despierta aún más en Alida su espíritu luchador, vuelve a Salas para convertirse en una de las enlaces más activas. Unos años después, en 1945, un nuevo suceso cambia de nuevo el rumbo de su vida, su nombre aparece en la lista encontrada por la Benemérita en el episodio de la casa de Columbrianos y que sirvió para la detención de más de medio millar de personas acusadas de colaborar con la lucha armada. Al lado de Girón Es en este momento cuando se une al grupo de Manuel Girón. Muchos la llamarían «la querida de Girón», ya que en esos años no se entendía que una mujer pudiera ser independiente y con capacidad de decisión para dar pasos políticos por si misma. Pero Alida si, era independiente y capaz. Así, será una de las protagonistas del que tal vez sea el capítulo más importante de la historia de los maquis en la comarca, el asesinato de Girón. El que fuera el principal represor de la guerrilla, el comandante de la Guardia Civil, Miguel Arricivitas -curiosamente hoy sigue siendo hijo predilecto de la ciudad de Ponferrada- le tendió una emboscada con la infiltración de José Rodríguez Cañueto, su verdadero verdugo, para después atribuir a Alida la traición y la muerte de su compañero Girón. Alida logró la libertad pero tuvo que sufrir el resto de su vida el rechazo de quienes, cuentan quienes la conocían, prefirieron creer en las mentiras sembradas por el comandante Arricivitas. Asunción Macías «La Pandereta», Alpidia García «Maruxa», Consuelo García «Chelo», Alberta Viñales «La Chata», Gloria Yebra, Paz Fernández de Bembibre, las hermanas Sara y Pepa Álvarez de Noceda, Paquita «la maestra» de Losada... y muchas mujeres que lucharon en silencio por la democracia y la libertad.