Alivio en el Consejo Regulador ante la nueva OCM del vino

El documento final de la nueva Organización Común del Mercado (OCM) del vino todavía no ha llegado a manos del Consejo Regulador de la D.O. del Bierzo, aunque según los primeros análisis el órgano rector siente cierto «alivio». Y es que según apuntó el presidente de la D.O. Bierzo, Alfonso Arias, el nuevo texto comunitario parece «más blando y menos nefasto» de lo que se había planteado en un principio. A este respecto, Arias apuntó que se ha suavizado una de las medidas más traumáticas como sería el arranque de viñedos más viejos que pasa de las 400.000 hectáreas inicialmente acordadas a 175.000 hectáreas que, además, pueden ser limitadas por las Comunidades Autónomas en determinadas zonas productoras hasta el 10%. Esto implica, en su opinión, que «el arranque previsto sea un asunto menos trascendente, ya que se limita la superficie a arrancar y se pueden proteger ciertos parajes de producción». En esta línea, el presidente del Consejo Regulador destacó la creación de plazos para la búsqueda de soluciones, con una eliminación progresiva en cuatro años de las ayudas a la destilación y al mosto. El 31% de los fondos Aunque los fondos destinados a España son inferiores a lo que reciben actualmente -pasando de recibir del 38% al 31% de los fondos-, puntualizó Arias, «nuestro país sigue siendo el que más ayudas recibe de todo el mapa europeo». Así, desde el Consejo Regulador de los vinos del Bierzo se muestran prudentes a la hora de valorar la OCM, que entrará en vigor a partir de agosto del 2009, ya que todavía hay muchas cuestiones en el aire, ya que deja muy abierta la posibilidad de que sean los estados y las comunidades autónomas las que regulen y doten las líneas acordadas. «Después de los reglamentos comunitarios siguiendo las directrices acordadas queda esperar a la redacción de las órdenes ministeriales y autonómicas que concreten los aspectos acordados», aclaran desde la D.O. Bierzo, al tiempo que creen que todavía queda conocer como se concretarán los sobres nacionales -paquetes de medidas económicas que se da a cada país-. Así, Arias considera que la OCM es un «aviso muy importante» para los operadores del sector vitivinícola en conjunto, tanto viticultores como bodegas u cooperativas, ya que una vez que el tiempo pase, los plazos se cumplan y se acaben las ayudas, se terminen de globalizar los mercados y se liberalicen las plantaciones -entre el 2015 y el 2018- «deberán tener su sistema productivo bien dimensionado con los costes de implantación y producción acordes al mercado».