El alcalde se ve obligado a interrumpir la sesión para atender a la protesta de los ciudadanos
Los vecinos de Compostilla revientan el pleno para exigir una red de agua mejor
Riesco explica las razones de los cortes y compromete una pronta solución con la planta de Santo Tomás
Los vecinos del barrio de Compostilla hicieron ayer oír sus protestas durante la celebración del pleno de presupuestos en el Ayuntamiento de Ponferrada. Y es que sus protestas por los continuos problemas de abastecimiento de agua que vive el poblado obligaron al alcalde, Carlos López Riesco, a interrumpir la asamblea de Pongesur -que precisamente se estaba celebrando en un receso de la sesión plenaria- para atender a los continuos requerimientos de más de medio centenar de personas que se agolpaban en el salón. Después de más de una hora, Riesco no pudo hacer oidos sordos a las protestas, que una y otra vez se escuchaban por encima de las intervenciones de los miembros del pleno. «Nos queremos lavar la cara», «Abandono total», «Queremos nuestra agua ya», fueron algunas de las frases gritadas por lo vecinos de Compostilla, mientras sus compañeros en la calle les acompañaban con pitadas y más gritos pidiendo agua. El alcalde intentó ser conciliador, aunque no empezó bien su exposición sobre la razones de los cortes de agua. Iniciar el discurso acusando a los afectados de demagogia no es la mejor fórmula para lograr el entendimiento, como demostraron los mismos vecinos que no dudaron en abuchearle. Así, López Riesco intentó empatizar con ellos y se mostró comprensivo con su enfado, aunque no logró rebajar la tensión. Las explicaciones del alcalde aludiendo a la sequía y la pronta puesta en marcha de nuevas insfraestructuras no convencieron a los vecinos, quienes le exigen una solución inmediata y no creen que ésta esté en la nueva acometida desde la planta de Santo Tomás de las Ollas. Se preguntaron por qué es siempre el poblado quien sufre los cortes de agua y no tienen suficiente presión para poder ducharse, mientras otros señalaban la necesidad de renovar y modernizar el sistema de tuberías ante los frecuentes reventones. Los vecinos de Compostilla demostraron ayer estar hartos de promesas y reclamaron mayores inversiones en el barrio. Tras el enfrentamiento con el alcalde, los concentrados abandonaron el salón de plenos indignados e impotentes ante la respuesta del equipo de gobierno.