| Entrevista | Manuel Quijano |
«La canción del botillo es el corrido mexicano El Rey»
El cantante leonés, aspirante a los Grammy, dice que planteará la inclusión del botillo en la gala como si una cuestión de Estado
El cantante leonés Manuel Quijano, en plena fase de promoción de su primera grabación sin sus hermanos de Café Quijano, será este año mantenedor y estrella invitada del Festival del Botillo de Bembibre. A Manuel Quijano le puede su doble papel y no duda en asegurar que estaría dispuesto a considerar un incidente diplomático que en la gala de entrega de los premios Grammy, para los que está nominado no se sirviera el embutido berciano. -Daremos por descontado que ha probado el botillo. ¿Le gusta? -Efectivamente, me gusta, lo he probado y degustado en muchas ocasiones. No hay que excederse, las consecuencias pueden ser memorables en caso de abusar de su bondad. -¿El botillo es vida? -Todo lo que alimenta es vida y si encima no sólo llena el estómago sino que llena el espíritu es mucha más vida, sobre todo cuando estás lejos de tu tierra y el botillo te la sitúa más cerca. -Una con maldad: ¿A quién invitaría a cenar un botillo y¿. a quién pondría a fregar los platos? -A tanta gente, para qué vas a andar eligiendo comensales merecedores de tan preciado manjar, qué sea de todos. Y luego, todos a fregar. -Para compensar, una «piadosa»: ¿A quién pasaría la factura de la cena? -A algún desprendido.., conozco a varios. -¿Cuál podía ser el ritmo del botillo? -Ni bolero, ni chachachá. Al botillo le va el corrido mexicano El Rey, aunque habría que obviar la letra porque está claro que nunca le llegará la muerte a tan sabroso plato berciano. -¿Mejor la cocina «De diseño» con mucha parafernalia y poco contenido, o la de «Puchero y plato lleno»? -Todo tiene su «aquel»; la cocina de autor es una creación, un arte pero tanto arte tiene la elaborada en puchero y cargada de tradición como la anterior. -Cuando reciba el Grammy¿ ¿sugerirá el botillo para el menú de la cena de gala? -Dios te oiga, en ese remoto caso, más que una sugerencia trataré de que sea una cuestión de Estado ya que de no servirse en cena de tan alta gala se podría generar un conflicto diplomático. -Ya centrándonos en el acto que le trae de nuevo a Bembibre, El Festival del Botillo, ya consolidado y de gran relevancia ¿Qué siente al ser invitado como estrella especial del certamen? -Pues, sinceramente, qué te puedo decir, que estoy encantado aunque me he enterado de la «noticia» como el que escribió la letra del himno, por los medios de comunicación... Trataré de estar a la altura¿ Desde luego, estoy agradecido. -Esta doble invitación pone de manifiesto, una vez más, el cariño y admiración profesional que se le tiene en el Bierzo. Como leonés ¿hay que descartar definitivamente el dicho de que «nadie es profeta en su tierra»? -Es recíproco el cariño; yo estoy fuera de mi tierra la mayor parte del año y eso hace que la eches de menos más de lo que la gente se pueda imaginar por lo que sentirte querido y admirado por tu trabajo es una sensación que sólo puedes tener cuando te pasan cosas de este tipo donde el hecho de contar contigo es una preciosa muestra de cariño. -Aunar los papeles de mantenedor y artista invitado nunca se había hecho. Sinceramente ¿en cuál de ambas actividades se encuentra más cómodo? -Obviamente, de artista, es mi trabajo, es a lo que me dedico y en el terreno en el que me siento más cómodo; lo de mantenedor es una responsabilidad, una «tarea» complicada por lo que representa y tiene de sentimental. -¿Qué espera disfrutar más de esa noche de festival? -Del botillo. Y de la compañía de tanta gente¿ -Y como compositor ¿considera que sería fácil dedicar una canción al botillo? -Todo es ponerse¿