LA TRILLADORA
9308 CGB
«ESTAMOS CON la gente, con toda la gente, la buena gente», ¿se acuerdan de este eslogan que hizo popular en los 80' una entidad bancaria, hoy fusionada con otra? Pues a buen seguro que eso es lo que pretenden las gentes del Bierzo, así como tampoco dudamos de que ese sea también uno de los objetivos de Gentes del Bierzo (GB), la coalición de corte bercianista que concurrirá a las Elecciones Generales del 9 de marzo, y además con candidaturas a ambas cámaras. Este combinado lo integran el Partido de El Bierzo (PB), los recién nacidos Unidad Bercianista (UB), independientes que en las últimas municipales figuraron en las listas del Partido Regionalista de El Bierzo (PRB) e independientes a secas, sin adscripción política alguna a priori. La primera pregunta que a uno le viene a la cabeza puede ser perfectamente la siguiente: ¿y qué pintan éstos del PB presentándose al Congreso y al Senado cuando no han sido capaces de sacar ni un solo concejal en Ponferrada desde 2003, y en el resto de la comarca han visto considerablemente reducidos sus apoyos con apenas representación institucional? También habrá quien piense que «éstos sólo van a restarle votos al PP y al PSOE». Y, cómo no, alguien habrá también quien sentencie que «la única forma de que los del PB se coman algo, como ya debieron hacer en las últimas Municipales, es uniéndose al Mass». E incluso no faltarán quienes vean en este nuevo movimiento «una operación para intentar aislar» al sempiterno Tarsicio Carballo, otro líder pebeísta, hoy perrebeico. Pardiez, pero también habrá, es un suponer, quien quiera ir más allá, sin tener que llegar al infinito, e intuya que PB+UB+i se preste a algo más que a juegos graciosos de palabras como PUB o UBi; por ejemplo, a trabajar de una vez por todas por un bercianismo serio, riguroso, no victimista, capaz de subsistir sin sus eternos fantasmas, de transmitir ilusión, de caminar con los pies en el suelo, preferentemente por la senda de la praxis, manteniendo autonomía e independencia en la toma de decisiones, sin afán de protagonismos y con un discurso sensato, crítico y constructivo -sí, es posible-. La verdad que la última hipótesis puede resultar un tanto idealista, pedante, demagógica, insensata, cínica... El tiempo nos irá diciendo si todavía el «sueño» es alcanzable o si, por contra, en lo que hay que ir pensando es en gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva para curar una latente ametropía.