Diario de León
Publicado por
MANUEL CUENYA
León

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KAZEM podría ser un vocablo de origen árabe. Hay muchísimos en castellano. Como Zaytoun (aceituna) y Zytum, nombre por lo demás de un bar ponferradino. Zythum es también el nombre que los antiguos egipcios le daban a la cerveza negra. Cada vez que paso por la avenida del Castillo de Ponferrada, en su parte baja, cerca de Televisión de Ponferrada, suelo fijarme en un centro de formación, que responde al nombre de Kazem. Nunca he entrado en este centro. Al parecer se dedica a asuntos informáticos. Tampoco conozco a su dueño. Por tanto, sólo me he quedado con el nombre, que sin duda llama la atención por su fonética árabe, que atrae como un imán. A veces, basta un nombre para que uno se construya todo un mundo. A partir de una palabra se puede llegar a elaborar una teoría, un discurso, incluso un ensayo, aunque ahora nuestras pretensiones no sean tan elevadas y nos consuele hacer sólo esta columna berciano-arábiga. Es probable que este centro de formación esté en manos de algún árabe, o alguien que se siente atraído por la lengua árabe y por su cultura. Aunque en los tiempos de cruzada que vivimos no conviene levantar ampollas, que luego se duelen los fanáticos, musulmanes, católicos y aún otros muchos. Ahora están nuestros políticos con lo de la Alianza de las Civilizaciones, que en realidad es una utopía, pues lo que tendría que haber es una alianza de las religiones, irreconciliables por otra parte. O un abandono definitivo de cualquier religión, que sería lo más coherente y lógico en este mundo de tarados. Pues cada religión es en sí misma un mundo y una suerte de política, que controla las mentes del pueblo. Pero continuemos con Kazem, el centro de formación ponferradino sobre el que algún día tendré que informarme con más detalle. De momento prefiero hacer cábalas, que de paso me invitan a imaginar, y la imaginación resulta más emocionante que la propia realidad, en la que inevitablemente tiene su base. Imaginemos sin cortapisas, que diría el marqués de Sade. Imaginando, uno también puede llegar a ser libre: otra utopía. La imaginación al poder o el poder de la imaginación. La palabra Kazem me ayuda a transportarme, como en un sueño o avión supersónico a la ciudad marroquí de Sidi Kacem, que está en el trayecto de Tánger a Casablanca.

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