Las empresas envasadoras garantizan la compra del producto a todo aquel que plante
El Consejo del Pimiento necesita más agricultores para sostener su industria
Las plantas de la variedad estarán a disposición de los nuevos cultivadores a partir de mayo El tarro
La producción del pimiento asado del Bierzo decaerá si no aparecen nuevos agricultores. Sin entrar en alarmismos, el presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida, Pedro García, hizo ayer un llamamiento animando a plantar la variedad autóctona y garantizando que el producto tendrá cabida en las industrias envasadoras de la comarca. «Las industrias recogerán todo el pimiento que reciban», aseguró. El Consejo Regulador está integrado por once firmas, aunque en la actualidad son siete las que envasan. La producción del último año, aunque de calidad «muy alta», cayó hasta los 150.000 tarros de un kilogramo, cuando la media de los cuatro años anteriores había sido de 250.000 reconoció García. El responsable del Consejo Regulador reconoció que «no se plantan todas las hectáreas» adscritas a la indicación geográfica y que nominalmente son una veintena. El número de agricultores que entregan producto a las envasadoras ronda los veinticinco, pera en cada temporada hay altas y bajas. Quienes quieran recoger plantas de la variedad autóctona podrán hacerlo a partir de mayo, una vez que el Consejo Regulador haya enviado las semillas a invernaderos de Valencia de Don Juan y Badajoz. El presidente del organismo que vela por la calidad del pimiento asado del Bierzo, reconoció que hay un número importante de cultivadores que ya tienen sus propios semilleros para asegurarse la variedad autóctona. Charlas a los cultivadores García anunció además que el Consejo Regulador está dispuesto a dar charlas sobre el cultivo a los nuevos agricultores en aquellas localidades que lo soliciten. También dentro de la campaña de este año, Pedro García anunció que los técnicos de la Diputación provincial y la Universidad de León analizarán gratuitamente las muestras de tierra que les remitan los cultivadores, gracias al convenio firmado con el Consejo Regulador, para prevenir la aparición de bacterias que pongan en peligro la cosecha. Los cultivadores también podrán desinfectar la semilla que se obtiene de la finca de la Diputación en Almázcara.