| Crónica | Bernardo Alonso Villarejo | Berlanga
En los límites de lassombras Villamartín y Santa Cruz piden al Consejo Comarcal mejores accesos y transporte público El PP acusa al alcalde de desoír los requerimientos para que dé informes de la gestión económica
La Casa de la Cultura de Ponferrada acogerá desde el lunes una soberbia muestra que redescubre el talento fotográfico de Villarejo
Avalada por las estupendas críticas de diversos especialistas en arte fotográfico, aplaudida por los medios de comunicación y respaldada por la gran acogida que le dispensó el público de León capital, llega a Ponferrada una excelente exposición de fotografías titulada «En los límites de las sombras», de la que es autor Bernardo Alonso Villarejo (1906-1998), un bembibrense de pro que compaginó durante muchos años su profesión de industrial ferretero con el cultivo de la fotografía «amateur», la poesía, los viajes y la filantropía, qué buenas dosis de todo ello había en este singular personaje. La muestra, formada por unas 80 fotografías en blanco y negro, seleccionadas entre alrededor de 3.000 que integran el fondo de este fotógrafo aficionado, podrá visitarse en la Casa de la Cultura ponferradina, desde el 18 al 29 de febrero, gracias a la estrecha colaboración existente entre el Instituto Leonés de Cultura, organismo de la Diputación Provincial que patrocina la exposición y también el catálogo publicado para la ocasión, y el Instituto de Estudios Bercianos, cuya presidenta mostró desde el primer día gran interés por traerla al Bierzo. Luego viajará a Bembibre, pueblo natal de don Bernardo -así le conocía aquí-, a Fabero, Villablino, Astorga, La Bañeza y diversos lugares más de la geografía provincial e incluso nacional. Alonso Villarejo no es ningún desconocido para los bercianos. Su segundo apellido es el que daba nombre a los populares almacenes fundados por su familia, a principios del siglo XX en Bembibre, y que años más tarde abrieron también casa en Ponferrada. Tampoco es ningún desconocido en el mundo de la fotografía, pues varias obras suyas fueron galardonadas con diversos premios, allá por la década de los 50, en distintos lugares de España: Ponferrada, Bilbao, Canarias, Vigo, Villagarcía de Arosa, Córdoba, Pontevedra, Reus, Zaragoza, Gerona, Zamora. En León recibió en 1954 la primera Medalla Exaltación de los Valores Leoneses en Fotografía. En los años 70, 80 y 90 se hicieron varias exposiciones con sus cuadros en Bembibre, donde la mayoría de los organismos públicos tienen algún mural suyo colgado en su interior; y en septiembre de 1993, coincidiendo con las fiestas del Cristo, el suplemento Filandón dedicó un amplio monográfico a su obra. Sin embargo, el verdadero «salto a la fama» parece haberle llegado ahora, diez años después de su desaparición, gracias a la labor del equipo encabezado por Amando Casado y Jesús Palmero, quienes no cejan en el empeño de recuperar su nombre y su obra para ponerlo en el lugar destacado que le corresponde. Con su Leica a cuestas La obra de Villarejo está íntimamente unida a su persona. Es, en mi opinión, un fiel reflejo de sus cualidades humanas, de sus inquietudes y de su espíritu un tanto quijotesco. don Bernardo era una persona cultivada, discreta, de íntimas aunque reflexivas convicciones, con sensibilidad de artista y alma de poeta. Un romántico extemporáneo de magnánimo corazón, que disfrutaba haciendo obras benéficas en favor de los demás (pero siempre de manera callada e inadvertida). Un enamorado de su pueblo, pero nunca un localista. Un vate que escribía preciosos poemas visuales -o sea fotografías- con su cámara Leica, y a los que bautizaba con bellas metáforas o meditadas frases filosóficas que te invitan a meditar. Viajero incansable, caminante siempre observador, iba enfocando y congelando imágenes desde la intrincada Villavieja, hasta la cosmopolita Venecia, pasando por Lisboa, la leonesa calle Matasiete o los bulevares parisinos. Centenares de clichés donde abundan todo tipo de motivos: gentes bregando en el campo, juegos infantiles, bodegones, paisajes variados, callejuelas y rincones de sabor típico, fotografías de carácter monumental, instantáneas nocturnas o de detalle, y un largo etcétera; porque cualquier motivo o escena cotidiana le resultaban válidos para «dar expansión al sentimiento artístico que -según él- todas las personas llevamos dentro». Memoria de León Eso sí, todo era objeto de estudio y reflexión a la hora de disparar la cámara: el enfoque, la perspectiva, el aprovechamiento de la luz natural, los contraluces, la velocidad de obturación, la abertura del diafragma. Nada o casi nada quedaba al azar. De ahí que sus fotografías, además del valor documental, histórico o etnográfico que puedan tener, nos llamen tanto la atención por su frescura y por su valor plástico, en definitiva, por su belleza; porque sorprenden, sugieren, evocan el recuerdo y convocan a la ensoñación. Son la exaltación de lo sencillo y lo común hecho arte; porque la fotografía creativa es, nadie lo duda, cosa de artistas. La noticia de que su archivo fotográfico se haya recuperado para la «memoria gráfica de León» es una nueva que nos debe alegrar y que nos enriquece a todos. Ahora toca disfrutar de sus poéticas estampas, de sus «sonatas de paz y sosiego». El presidente del Consejo Comarcal, el socialista José Luis Ramón se reunió ayer en el municipio de Páramo del Sil con los vecinos de las localidades de Villamartín y Santa Cruz para conocer de primera mano las necesidades que desde hace tiempo vienen planteando estos pueblos. El presidente comarcal acudió a la cita acompañado del responsable del Servicio de Asistencia a Municipios (SAM), Luis Alberto Cobo, los concejales socialistas de Páramo, Aniceto López y Elena Alfonso. Ramón realizó la primera parada en la pedanía de Villamartín del Sil, donde el presidente de la Junta Vecinal, Pablo Penillas, y otros vecinos le reclamaron la mejora del vial que comunica dicha localidad con Santa Cruz y la reparación del parque infantil después de que «fuera destrozada en su día por el equipo de gobierno del PP aduciendo motivos de seguridad, una seguridad que ahora brilla por su ausencia debido al estado en que quedó la zona tras la actuación del regidor». Después se trasladó a Santa Cruz del Sil, cuyos habitantes le pidieron la intermediación del Consejo con Alsa para disponer de transporte público al menos unos días a la semana, una necesidad extensible a los pueblos de Argallo, Sorbeda y Anllares. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Berlanga del Bierzo, el concejal independiente José Díaz Alonso acusa al alcalde socialista del municipio, Cesar Álvarez Rodríguez de hacer oídos sordos a los requerimientos del la Subdelegación del Gobierno y la Junta de Castilla y León, manteniendo su actitud de no facilitar información alguna a la oposición sobre la gestión y estado económico del este municipio con apenas cuatrocientos habitantes. Además, el portavoz popular acusa al a secretaria del Ayuntamiento de connivencia con el alcalde por no haber presentado la perceptiva acta de arqueo a la toma de posesión de la nueva Corporación en junio del pasado año. Y se pregunta: «¿Qué será lo que se oculta detrás de la actitud de oscurantismo que practican alcalde y secretaria?». Según Díaz Alonso , la Subdelegación remitió el pasado mes de agosto un escrito al alcalde recordándole la obligación de facilitar a los miembros de la Corporación cuantos antecedentes, datos o informaciones obren en poder del consistorio y resulten precisos para el desempeño de su cargo. En este mismo sentido, desde la Sección de Régimen Local de la Delegación Territorial de Castilla y León le fue remitido otro escrito en el mes de noviembre. A pesar de ello, subrayó Díaz Alonso, Cesar Álvarez sigue negándose a proporcionar la liquidación de los presupuestos e inventario del Ayuntamiento de los últimos tres años y cualquier información relacionada con la concesión de licencias urbanísticas, tasas y otras actuaciones municipales, actuando como si el ayuntamiento fuera de su propiedad . «Actúa como si fuese el César de la República Castañera de Berlanga», apostilló Díaz Alonso, que también acusó al alcalde de utilizar para su uso privado en vehículo propiedad del Ayuntamiento y de consentir la instalación de un repetidor de telefonía móvil sin licencia de impacto medioambiental a pesar de estar ubicada a menos de cien metros de las viviendas y la licencia urbanística .